La revolucionaria y seductora Cuba se abren al mundo cada vez más, una nación caribeña y una sociedad luchadora que ha sabido adaptarse a sus limitaciones y prohibiciones con ingenio y optimismo, en el que su ritmo contagioso enseñó al mundo a moverse al son de su música. Llena de vida y color, esta isla es todo un viaje sensorial y musical, que nos conduce a una experiencia inolvidable.
Cuba cautiva a todo viajero que se adentra a conocer su historia, sus gentes y paisajes. Su localización se encuentra estratégicamente entre el golfo de México por el oeste, el océano Atlántico por el norte y el Mar Caribe por el sur. Con un clima tropical, tiene una temperatura anual de 25ºC, y se divide en dos estaciones, la seca, que va desde noviembre hasta abril, y la lluviosa, desde mayo a octubre y que es la más calurosa, pudiendo superando los 30ºC, y con un índice de humedad notorio.
Cuenta con más de cinco mil kilómetros de costa, entre playas de ensueño rodeadas de una naturaleza exuberante, e infinidad de islotes repartidos por todo su litoral. Los cayos son una sugerente alternativa para perderse en un ambiente caribeño y relajado, entre arrecifes de coral y aguas turquesas. La isla tiene poco más de 1300 Km de largo, y en la zona sur de la isla se sitúa el punto más ancho con unos 500 Km de distancia. En la zona suroeste y cerca de la segunda capital, Santiago de Cuba, se ubica el lugar de mayor altitud de la isla, el pico Turquino con 1972 metros de altura. En el lado opuesto hacia el norte, cerca de su capital la Habana y haciendo frontera en la provincia con Matanza, se halla el puente Bacunayagua, el más alto de la isla con sus 112 metros de altura, el cual durante más de tres décadas sirvió como frontera entre las provincias de la Habana y Matanzas, hasta que en 2011 cambio su margen territorial entre las regiones de Matanzas y Mayabeque. Actualmente en uno de los extremos del puente se encuentra un mirador, desde donde se puede tener una vista privilegiada de toda la construcción y del valle.
La Habana
La Habana es la capital de Cuba y la mayor de todas las ciudades de las Antillas Mayores, situadas en el norte del mar del Caribe. Fue fundada en 1519 con el titulo de villa por Diego Velázquez,
conquistador español y principal gobernante de Cuba, considerado como el primer hispano-cubano de la historia en la isla.
Esta ciudad es fuera de lo común, una mezcla entre los conquistadores, la revolución y el estilo caribeño, que se ha impregnado con el tiempo de sus raíces españolas y africanas. Conserva más de 150 edificios de
los siglos XVI – XVII, y más de 200 del s.XVIII. La Habana Vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en 1982, es donde en sus cuatro kilómetros cuadrados se concentra el centro histórico. En ella podemos pasear por sus calles y observar que están llenas de vida, entre edificios melancólicos de pintura descorchada, donde esconden en sus paredes las diferentes etapas que ha vivido la isla, desde la colonial española, pasando por la americana hasta llegar a la revolucionaria, así como fortalezas y monumentos, o conocer de cerca a las mujeres cubanas fumando puros y vestidos al son del color caribeño, y voltear una esquina y fascinarse con un grupo bailando al ritmo de una salsa, una música contagiosa que no deja indiferente a nadie. Visitar la Habana Vieja es hacer un viaje de contrastes y emociones, es el mejor lugar donde el turista puede conocer de cerca el pueblo cubano, maestros en la creatividad por la supervivencia, en un país libre que se resiste al capitalismo internacional.
Cuba dispone de dos monedas en su día a día. El peso cubano CUP, que es la moneda cotidiana entre sus habitantes, y el CUC el peso convertible que es el habitual entre los visitantes de la isla.
Coger un coche colectivo es otra opción para desplazarnos por la ciudad, donde tanto cubanos como turistas comparten trayecto. Llamados almendrones, son los vehículos que se pueden ver por toda la isla, una vieja herencia de la revolución, modelo americano de los años 50 y que hoy día se mantienen en circulación, muchos de ellos transformado casi en piezas de museos, donde la imaginación y la agudeza de los cubanos por mantener estas joyas del pasado, con cualquier pieza que encuentran en el mercado, se han convertido para muchos en su actual medio de vida. Pero si tenemos la ilusión o curiosidad de montar en un auto de esa época, encontraremos infinidad de ellos a nuestra disposición, con colores llamativos y totalmente restaurados, que nos ofrecerán la posibilidad de dar un tour por la ciudad, pues no hay mejor guía que un chofer al volante de un almendrón.
La Habana ha sido la inspiración para muchas mentes creativas. Entre las rutas más conocidas que existen
por la ciudad, se encuentra la de los pasos del famoso escritor norteamericano Ernest Hemingway, fue un enamorado de la isla y vivó durante 20 años en ella. Muchos rincones de la capital están impregnados por la esencia del escritor, entre ellos los famosos bares de El Floridita o La Bodeguita del Medio. A las afueras de la Habana, en el pequeño pueblo de Cojimar, se encuentra la casa-museo donde vivió y escribió varias novelas. A poca distancia de su residencia se ubica el que fue su restaurante favorito, La Terraza. Desde Cojimar, a Hemingway le gustaba salir a navegar en su barco llamada Pilar, donde acompañado de su buen amigo y oficial de su embarcación, Gregorio Fuentes, un pescador de origen español, le sirvió de inspiración para su novela, “El viejo y el mar”, que le impulsó a conseguir el Pulitzer en 1953 y lo culminó al Premio Nobel de Literatura al año siguiente.
El malecón es un paseo obligado para todos los visitantes de la isla, un muro que simula una avenida marítima que se extiendo 8 Km a lo largo de la costa norte de la Habana. Fue levantado por los americanos en 1902, y su construcción duro 50 años fraccionada en tres fases, su misión fue y es, proteger a la ciudad de los fuertes oleajes del océano. Pasear por el malecón al atardecer se ha convertido en toda una tradición, aquí la ciudad viene a encontrarse, lugar de visita para el turista, donde aparece una Habana que se transforma, mostrando muchos más colores de los que ya tiene, y una oportunidad única para conocer de cerca la vida cubana.
En el barrio de Cayo Hueso encontramos el tan conocido Callejón de Hamel, una pequeña calle con un recorrido de unos 200 metros mezclando diferentes artes, como la pintura o la música, relacionado con la cultura afrocubana, incluso la santería está presente en este rincón, una religión muy viva en Cuba, cuyos descendientes fueron los africanos, confinados como esclavos en las fincas de grandes fortunas en la isla. Un lugar por donde pasear entre la creatividad de un proyecto cultural nacido en los 90, y que, durante los años, se ha convertido en una zona de paso para todos los turistas, que quieran sumergirse en un mundo lleno de color y arte.
La Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, es otra de las visitas obligadas de la Habana. Fue construida en una loma justo al lateral de la ciudad para defenderla de corsarios entre los años 1763 y 1774, en ella encontramos el museo de fortificaciones y armas. Cada día a las nueve de la noche se celebra la tradicional ceremonia del cañonazo, donde se dispara el cañón emulando como lo efectuaban en la época colonial, que anunciaban el cierre de los porticones de la muralla, no pudiendo ni entrar, ni salir nadie de ella, hasta el día siguiente, evitando los ataques de piratas y otros posibles invasores. Una tradición representada con vestimentas de la época, como militares españoles de las colonias establecidas en la isla, unos cadetes efectúan a diario el fogonazo, que es escuchado en todos los rincones de la Habana.
A pocos metros de la fortaleza, se ubican dos puntos emblemáticos, el Centro Cultural Casa del Che en La Cabaña, la que fue la primera residencia en la que se alojó el Che Guevara en la Habana, y el mirador del Cristo de la Habana, desde aquí se pueden observar unas de las mejores panorámicas de la ciudad.
Curiosamente y como en otras tantas ciudades del mundo, en Cuba también podemos encontrar su barrio chino, su inicio fue en el s.XIX con la llegada de más de ciento cincuenta mil emigrantes asiáticos, y es el segundo asentamiento más grande después de la ciudad de San Francisco. La herencia china la podremos observar en aspectos culinarios, musicales, tradiciones, y son muchos los cubanos que hoy en día estudian mandarín.
Ya en las afueras de la ciudad podemos visitar la barriada de Jaimanita, en él se ubica Fusterlandia, una de las atracciones más singulares del arte visual de Cuba, donde hace más de treinta años la imaginación del artista José Rodríguez Fuster, creo un mundo multicolor de formas y colores, desde su taller hasta las calles del barrio, aquí se encuentran murales en casas, puertas y paredes brindando un colorido homenaje a Gaudí con infinidad de cerámica y azulejos. Su creador redecoró más de ochenta fachadas inspirado en el Parque Güell de Barcelona. Recorrer sus callejuelas puede ser toda una experiencia sicodélica de mosaicos de diferentes tamaños y colores.
Aunque la Habana es el reclamo principal para todo turista que visita Cuba, la isla ofrece mucho más de las luces seductoras de la capital.
Las Terrazas
En la Sierra del Rosario y a unos 90 km de la Habana podemos visitar Las Terrazas, aunque en Cuba ya casi apenas se cultiva el café en esta región se llegó a albergar unas cincuenta haciendas dedicadas a la plantación del café cubano. Es un pequeño complejo turístico en plena naturaleza, donde los amantes del senderismo dispondrán de numerosos recorridos, entre ellos contemplar los baños del Bayate, la cascada de los baños del San Juan, visitar la casa museo del conocido músico cubano Polo Montañés y hospedarse en un hotel ecológico, e incluso comer en un restaurante vegetariano.
Viñales
A dos horas y media, al oeste de la Habana, se encuentra el valle de Viñales, una región muy conocida por sus plantaciones de tabaco, siendo la mayor productora en toda la isla, donde se puede visitar los ranchos que elaboran los mejores puros del mundo. La peculiaridad del puro con sus distintos nombres y calibres es que todos salen de una única planta y esta se divide en cuatro partes. Recolectando de abajo hacia arriba se encuentran las cuatro o cinco hojas de la zona inferior de la planta, la llaman libro de pie, la siguiente es el centro fino, a continuación, el centro gordo y por último la corona. Gracias a los expertos cultivadores de la planta y los años de experiencia mezclando distintas hojas, números de ellas y en la altura de la planta donde crece, son capaces de crear junto a los torcedores todas las variedades, calibres y calidades que hoy día conocemos en el mercado. Los torcedores son los artesanos capaces de elaborar con sus propias manos, toda la diversidad de puros con tan solo mezclar distintas hojas, siendo capaces de fabricar cada año cerca de más de cien millones de puros hechos artesanalmente. “Dicen que los mejores torcedores de puros en Cuba son las mujeres”.
Visitando Viñales nos sorprenderán sus paisajes y su rico entorno natural. Desde aquí a muy pocos kilómetros podremos contemplar cómo se alza el mural de la Prehistoria en un imponente vertical de la montaña, una de las mayores pinturas o fresco hechas al aire libre del periodo jurásico, pintando por el artista cubano Leovigildo González Morillo descendiente de la conocida pintora mexicana Frida Cano, donde intenta contar a través de sus brochazos la historia de la humanidad. La Cueva del Indio, es otro de los lugares más conocidos del valle, una antigua caverna rodeada de estalactitas y estalagmitas, al final del recorrido se realiza un pequeño trayecto por el río subterráneo que discurre en la cueva, y gracias a los caprichos de la naturaleza, podremos contemplar formaciones rocosas que nos invitaran a jugar con nuestra imaginación a parecidos de animales, en cada curiosa y minimalista roca que vaya apareciendo por el trayecto, terminando el recorrido por la gruta en el exterior en una casi plena selva caribeña.
Pinar del Río
Otra de las vistas que podemos realizar dirigiéndonos a la parte más occidental de la isla, es Pinar del Rio a orillas del rio Guamá, unas de las poblaciones más cercanas a la costa de México. Se dice de esta región que es donde se cultiva el mejor tabaco del mundo, siendo el centro de la industria tabaquera y produciendo el 80% del tabaco de la isla, además de ser el hogar del Guajiro, “campesinos que se unieron a las tropas liberadoras”. La ciudad es conocida por su ambiente cultural, presume de tener universidad, teatros, casa cultural y museos.
Trinidad
Volviendo hacia la Habana y en dirección al centro de la isla, encontramos la población de Trinidad, con sus quinientos años es la más antigua que la propia capital. En el s.XIX fue una acomodada ciudad reconocida mundialmente por su próspero negocio del azúcar, donde los propietarios de las plantaciones destinaron sus fortunas en construir grandes mansiones. Callejear por sus calles empedradas, por donde rebosa la música en vivo de improvisados músicos callejeros, nos sorprenderán sus edificaciones coloniales restauradas, entre amplias plazas y jardines, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988.
Los trinitarios, como el resto de cubanos, se caracterizan por su amabilidad, les encanta conversar con el viajero para acabar contando leyendas y fábulas de piratas y esclavos como protagonistas, acabando la historia con la confesión de tesoros escondidos, en algún rincón no muy lejano de estas tierras centenarias.
El valle de los Ingenios
Antes de iniciar la ruta hacia la zona nordeste dirección a Varadero, se puede visitar el Valle de los Ingenios, dedicado a la producción de la caña de azúcar y donde se ubica su famosa torre Manaca Iznaga. Construida a principios del s.XIX, y con una altura de 45m, su función principal era alertar de la fuga de alguno de los esclavos que trabajaban en las plantaciones de la hacienda, así como marcar los periodos de descansos para comer o finalizar la jornada de trabajo. Gracias a su gran altitud, fue de gran ayuda para avistar los posibles incendios en plantaciones vecinas, y fue declarada monumento nacional en el año 1978.
Después de recorrer gran parte de la isla de Cuba no hay nadie mejor que pasar algunos días de relax, sol y playa. Uno de los muchos destinos que nos ofrecen estos requisitos es Varadero.
Varadero
La larga península de Varadero, pertenece a la provincia de Matanzas, es famosa por sus atractivos naturales y por ser uno de los más importantes centros turísticos de América Latina. Alojarse en uno de sus resorts es una de las mejores opciones, ofrecen un sinfín de comodidades que nos harán más confortable nuestra estancia. Disfrutaremos de su gran variedad gastronómica sin dejar de lado la de la propia isla, piscinas de agua dulce y salada, espectáculos nocturnos, además de una gran variedad de actividades durante el día, todo ello sin olvidar que disponen de playas privadas con arena blanca y aguas de azul turquesa.
Con casi un total de 22km de playas y con amplios complejos hoteleros, pueden presumir de no alterar su paraíso tropical, respetando sus edificaciones en altura y mejorando el entorno que les rodea, reduciendo al máximo el impacto visual al visitante. Un bus turístico es una buena alternativa para conocer su costa y curiosamente todas sus paradas tienen el nombre del hotel o resort dónde para. Contratar una empresa con guías para poder practicar el snorkel, nos acercará un poco más en profundidad a sus cristalinas aguas, y observar su colorida fauna marina. En esta misma excursión también podemos visitar la Cueva de Saturno.
Cueva de Saturno
Una gruta con aguas frías y transparentes a veinte metros bajo tierra, la mayor profundidad ronda entre los 18 y los 22 metros, pero teniendo a la vez una zona de baño poco profunda para el disfrute de los más pequeños. En esta pequeña piscina natural, que alberga la cueva y en su mayoría bajo el agua, podemos observas una cantidad de estalactitas y estalagmitas que nos demuestran que no siempre esta gruta estuvo inundada de agua.
La cueva, está situada dentro de un pequeño complejo con zonas y espacios habilitados para poder comer, tomar un café, e incluso perder algo más de nuestro tiempo en fotografiar todo el entorno, y como no, para poder hacer las compras de souvenirs.
En definitiva, Cuba sorprende por sus contradicciones, donde su particular estilo de vida, atrae al viajero con un sentimiento romántico y revolucionario, y que solo se puede entender y disfrutar, si uno viajar a ella, para sentirla y vivirla.
Texto Pedro Balagué – Fotos. Alejandra Ribas
Datos del Viajero
Pasaporte y Visado. Es necesario tener el pasaporte con al menos seis meses de validez antes de su caducidad, y también se tiene que tramitar un visado para viajar a Cuba, que se puede conseguir en agencias especializadas en viajes a la isla o en los consulados cubanos de cada país. Tiene una validez de 30 días prorrogables, y su precio oscila entre los 22€ y 25€, dependiendo de si queremos recibirlo en nuestro domicilio o personarnos para obtenerlo al momento, esta última opción es la más económica.
Seguro médico – Es obligatorio tener un seguro médico antes de entrar a Cuba.
Moneda –Hay dos monedas, el CUP sólo para cubanos y el CUC para extranjeros. Se puede cambiar de euros a CUC directamente en cualquier banco o en las casas de cambio oficiales CADECAS, en el aeropuerto se encuentra una oficina de cambio abierta las 24h.
Se pueden utilizar las tarjetas de crédito y débito, en la mayoría de supermercados y hoteles, siempre y cuando no hayan sido emitidas por bancos de Estados Unidos. El resto de establecimientos se paga en efectivo.
Internet. En Cuba todavía no hay wifi gratis, y la única forma para poder conectarse, es adquiriendo tarjetas de internet, que mediante un código que hemos de introducir en nuestro móvil y en puntos donde ya están establecidos para poder acceder a la red, o en los halls de los hoteles, tendremos la opción de conectarnos.
Las tarjetas cuestas a partir de 1 CUC (1 hora) hasta 5 CUC (5 horas), y se venden en establecimientos de ETECSA (empresa de telecomunicación de Cuba). Es importante que cada vez que utilicemos la tarjeta, después cerremos sesión, sino corremos el riesgo de seguir consumiendo el tiempo, y no poder volver a utilizar la misma tarjeta.
Electricidad Los enchufes son de tipo americano (Tipo A), siendo el voltaje más frecuente de 110V, aunque en algunos hoteles se puede encontrar de 220V con enchufes para modelo europeo (Tipo C). Es recomendable llevar adaptadores.
Dónde alojarse – Una opción para alojarse en la isla, es hacerlo en casas particulares, suelen tener las mismas comodidades que algunos hoteles, el precio suele ser más económico, y el trato es mucho más familiar, esta elección es la más demandada en poblaciones pequeñas, o en las que no suelen tener mucha oferta hotelera. En cambio, tanto en la Habana como en Varadero, hay una gran variedad de hoteles de diversas categorías.