Niza, Antibes y Eze, un trío de lujo y tradición en la Costa Azul

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Al sudeste de Francia y dentro de la región de la Costa Azul, conviven ciudades y pueblos con personalidades diferentes, donde el sol brilla con fuerza entre magníficos paisajes esculpidos en intensos colores. Las tiendas de alta costura, los yates y coches ostentosos, combinan a la perfección con parajes naturales en el que el tiempo va a un ritmo más pausado.

En esta parte de la Riviera Francesa, en la que el resplandor de poblaciones conocidas por su glamour de afamados turistas y lugar de descanso de celebridades y aristócratas, armonizan con la elegancia de ciudades como Niza y Antibes y pequeñas villas medievales de una belleza singular como Eze, tres lugares que cautivaron a personajes célebres, quienes a finales del s.XIX escritores como Julio Verne, Blanco Ibáñez, o Elsa Triolet, y pintores como, Matisse, Renoir o Picasso, entre otros, se vieron atraídos por estos parajes inmersos en multitud de tonalidades y sol perpetuo.

 

 NIZA

Niza

A orillas del Mediterráneo y bajo la mirada de los Alpes, se encuentra Niza, una ciudad moderna y elegante con un estilo de vida pausado, capital de una de las regiones más celebres y glamurosas de Francia, la Costa Azul.

Rincones de Niza

Niza es un pequeño paraíso Mediterráneo, denominada como “la perla de la Costa Azul” es uno de los destinos más importantes del país, sinónimo de buen tiempo, donde el sol brilla casi todo el año,  una urbe llena de encanto y colorido, con una rica historia  plasmada en su arquitectura. Sus palacios y mansiones son la huella viva de las diversas épocas que presenció esta ciudad, en la que en 1860 dejó de ser gobernada por Italia,  para entrar a formar parte del país galo tras la invasión de los francesas, una cultura compartida que forma parte de su atractivo, siendo fuente de inspiración de multitud de artistas y punto de encuentro de la realeza europea.

Esta ciudad sorprende y seduce al visitante, por donde pasear por sus calles es trasladarnos a una atmósfera cambiante, en la que tan solo girar una esquina podemos conocer dos caras opuestas de esta metrópoli. Por un lado tenemos la Niza sofisticada, donde el glamour y la elegancia se pasean de la mano entre desfiles de coches de lujo y casas de ensueño, y por el otro, la Niza más espontánea y bulliciosa, en la que se refleja en sus gentes y en su ambiente  sus orígenes italianos, dos visiones totalmente diferentes que se combinan a la perfección.

Hotel Negresco

Uno de los principales atractivos de esta ciudad son las extensas playas y calas que rodea todo su litoral, el paseo de los Ingleses es un recorrido de poco más más de 7 Km, enmarcado de palmeras y que discurre desde el extremo oriental de Niza hasta el Aeropuerto Internacional, bordeando gran parte de la costa y por el que se puede apreciar bellos edificios de estilo “Belle Epoque”, ejemplos de una época de evocación ostentosa, entre los que se encuentran el Hotel Negresco, declarado monumento histórico nacional o el Museo Massena, rodeado con un bello jardín repleto de flores y una amplia arboleda abierto al público, y en el que a través de su fastuosos interior e incalculables obras de arte, ilustra al visitante la agitada historia de Niza.

Otros estilos como el barroco, está representado en palacios y arquitectura religiosa, así como el Art Decó que tiene más de 4000 edificios documentados repartidos por toda la urbe.  Estos diferentes estilos arquitectónicos ilustran la riqueza y diversidad de edificaciones que alberga la capital.

Vista desde el mirador de la colina

En el extremo este del paseo de los Ingleses y al principio de la extensa playa que lo recorre, se ubica la  Colina del Castillo, hoy en día se ha convertido en uno de los lugares más visitados, gracias a las increíbles e inmejorables vistas que se tiene de gran parte de la ciudad y del puerto. Para acceder a la cima se puede llegar subiendo alrededor de los 300 escalones que alberga, o acceder al ascensor gratuito que nos conducirá al mirador, esta última opción es la más solicitada, y en época estival cuando hay más turísticas, se pueden formar algunas incomodas colas, por lo que es recomendable subir las escaleras a ritmo pausado y poder ir admirando las fabulosas vistas.

Vistas del puerto desde la colina del castillo

En la colina apenas queda un ápice de la fortaleza que fue destruida a principios del s.XIII, aunque se puede disfrutar de un jardín botánico con numerosas especies mediterráneas, y algunas zonas ajardinadas, junto a la característica cascada artificial que se puede divisar desde el paseo marítimo. En las proximidades de esta zona se encuentra el puerto,  abrazado de bellos edificios y del que se puede realizar un agradable paseo recorriendo todo la orilla de embarcaciones que enmarcan el lugar, también se puede disfrutar de algunas actividades que ofrece la marina, entre ellas un tour en barco de recreo por la costa, llegando hasta las proximidades de la vecina población de Villefranche-sur-Mer.

Puerto de Niza

Cerca del centro se ubican algunos de los lugares más emblemáticos. La Plaza Massena, es toda una exhibición de color y arte, es considerada como la plaza mayor de la ciudad, está rodeada de fachadas rojizas con ventanales azulados, encima de amplios arcos por donde se esconden tímidamente restaurantes y tiendas.

Tiene un gran espacio peatona que solo es invadido por el tranvía que lo cruza. La enorme estatua de Apolo entre otras esculturas de la historia clásica emergen desde la gran fuente que domina la zona. La Avenida Jean Médecin es la calles comercial por excelencia y llega hasta esta plaza, haciendo de frontera entre la zona más moderna con la parte antigua.

Fuentes nocturnas de Promenade du Paillon

El Promenade du Paillon, es  el pulmón verde de esta urbe, una gran avenida que combina  un paisaje de agua, con un amplio parque urbano rodeado de vegetación y estructuras de recreo para niños,  por el que poder pasear y al mismo tiempo refrescarse entre un extenso espejo de agua en el que poder sumergirse en sus casi 130 chorros, convertido en toda una atracción tanto para  mayores como  pequeños.

Promenade du Paillon

Plaza Garibaldi

La Plaza Garibaldi, es otro de los lugares emblemáticos e imprescindibles por visitar, envuelta de imponentes edificaciones de estilo barroco, lugar de ocio y relax para los nizardos y paso obligado para los turistas, donde se concentran gran parte de restaurantes y terrazas, y puerta de entrada a su agitado casco histórico, por el que adentrarse por sus calles laberínticas muestran otro rasgo de una ciudad más pintoresca, con fachadas repletas de colores vivos y un ambiente animado, entre pequeños comercios de todo tipo, variadas cafeterías para todos los gustos,  y restaurantes con una selecta gastronomía nizarda, famosa por ser una cocina tradicional elaborada con productos de la región. El restaurante A Buteguinna es el claro ejemplo de esta variedad culinaria más popular de la zona, gracias a su platos creados solo con ingredientes que les proporcionan los productores de la comarca, han conseguido hacerse con un nombre así como haber conseguido el certificado de “Cuisine Nissarde”, un distintivo de autenticidad sobre el compromiso de mantener viva este tipo de cocina, obtenida con productos de proximidad y de alta calidad, y respetando cada uno de los ingredientes  del recetario original de la verdadera y genuina cocina nizarda.

Los mercados son otro de los lugares más visitados y concurridos, son varios los que a diario se establecen en diferentes puntos de la ciudad, con una amplia diversidad de artículos. Los productos elaborados en la región son los que más predominan, los nicenses son grandes consumidores de alimentos producidos en la zona, como las frutas y verduras.

Mercado de Cours Saleya

Entre los mercados más visitados se encuentra el de Cours Saleya , ubicado en la vieja Niza cerca del mar, convertido en una atracción y punto de paso de turistas y curiosos, toda una avenida armada de variados puestos bajo un mar de toldos, en el que se puede disfrutar del ambiente, comprar una gran variedad de artículos, tomarse un buen café en las terrazas que acompañan el recorrido, e incluso probar la “Socca” una especialidad de la zona de Niza y alrededores, con forma de crep pero con una textura más fina, hecha de harina de garbanzos, aceite de oliva, sal y agua. Esta sencilla pero deliciosa receta, se come caliente y con las manos, se puede degustar en cualquiera de los mercados de la ciudad o pequeños establecimientos repartidos por las callejuelas del casco antiguo.

El mercado de la Liberación es otro de los más concurridos y preferidos de los residentes, es menos turísticos que el de Cours Saleya, pero aquí se puede encontrar una gran selección de productos locales a buen precio, no se encuentra muy lejos del centro y a un paso del tranvía, además en la zona se pueden encontrar una gran selección de establecimientos donde poder degustar el “Pan-bagnat”, el bocadillo tradicional de la región, elaborado con diferentes verduras, huevo, aceitunas, ensalada y aceite de oliva principalmente, aunque siempre se pueden encontrar diversas versiones con otros ingredientes, pero sin perder la esencia de esta única y sabrosa receta.

EZE

A 30 Km de Niza y por una serpenteante carretera se llega a Eze, una preciosa población con aires medievales situada entre las ciudades de Villefranche-sur-Mer y Mónaco, y ubicada a casi 430 metros en lo alto de un acantilado. Tiene el privilegio de contar con unas increíbles panorámicas desde el oeste con el perfil de la Costa Azul, hasta el este por donde se asomar la costa italiana.

Esta población nos traslada a épocas de caballeros y reinados lejanos, en la que pasear por sus calles es como encontrarnos en una gran fortaleza, entre estrechas callejuelas adornadas de preciosas paredes revestidas de alegres flores. A cada paso, encontramos pequeñas galerías de arte y coquetonas tiendecitas de suvenires, hoteles y restaurantes lujosos están integrados en la arquitectura del medievo tan característica de la villa.

Vistas desde el parque exótico

Una de sus principales atracciones es su jardín exótico, ubicado en la zona alta y escalonada de una colina que antaño eran las ruinas de un castillo, y del que actualmente solo queda el recuerdo. Desde este rincón, aparte de ofrecer una impresionante vista del litoral y una amplia perspectiva de las diferentes partes que conforma la población que se extiende hasta los pies del Mediterráneo, también se descubre este oasis natural, en el que se pueden explorar todos sus recovecos, entre pasadizos de singulares plantas venidas de otros continentes y adaptadas perfectamente al clima de la Costa Azul, así como gigantescos e imponentes cactus, custodiados entre bellas estatuas de mujeres repartidas por todo su espacio, que componen un jardín de diferentes formas y colores.

Otro de los lugares que destacan en esta singular y turística villa, es la fábrica de los famosos perfumes, jabones y cremas de Fragonard, situada a las afueras del recinto amurallado, la cual fue creada en 1968 como complemento a la primera construida en 1926 en la población de Crasse a 40 Km al oeste de Niza, y de la que inicialmente se empezó para la creación de perfumes, y que con los años siguió con la ampliación del restos de productos de cosméticos, los cuales están elaborados con diferentes esencias de diferentes países y continentes, junto con la gran variedad de flores cultivadas solo para la creación de sus prestigiosos perfumes en la población de Grasse.

Tienda Fragonard en Eze

En esta factoría de Eze, se puede realizar una visita gratuita y guiada por sus instalaciones, en  la que aparte de conocer toda su historia, podemos apreciar de cerca el complejo trabajo de la creación de su fragancias, en los que los perfumistas, creadores de estos aromas, solo trabajan dos horas diarias, ya que son pocos los que tiene el don de tener desarrollado un sentido del olfato tan privilegiados como para trabajar con tres mil esencias, de las  que debe oler, pesar  y mezclar para utilizar entre veinte y doscientas cincuenta de ellas, para obtener una fórmula idónea y única, de la cual se necesita hasta dos años para la obtención del perfume final. Durante la visita a la fábrica, aparte de conocer  sus inicios, se muestra todo el proceso de fabricación, hasta finaliza en la tienda en la que se pueda adquirir cualquiera de sus artículos.

Vistas desde Eze

Desde el aparcamiento de las instalaciones de Flagonela, se ubica otra de los atractivos de la zona, un sendero que en tan solo 40 minutos y por un camino pedregoso y zigzagueante, conduce hasta la zona más baja, en la que se ubica la playa y la carretera costera. Vale la pena realizarlo, a medida que se va descendiendo se pueden contemplar asombrosas vistas de la zona costera. Una vez abajo se puede regresar a Niza o seguir hasta Monte Carlo con el autobús nº112 de frecuencia regular, aunque hay que tener en cuenta el horario, ya que el último que realiza el trayecto por la zona es a las 17h, su parada está ubicada a pocos metros del final del sendero, en cada lado de la carretera. Pero si finalmente no se quiere realizar este descenso, se puede coger el bus nº82 que opera desde las 6 de la mañana hasta las 19h, desde Niza hasta Eze y que realiza el trayecto por el interior, parando a pocos metros de la entrada del casco antiguo de la población.

Antibes

Vistas de la ciudad vieja de Antibes

Antibes se ubicada en una pequeña península entre Niza y Cannes,  es otra de la ciudades más populares de la Costa Azul, atesora un gran atractivo para el visitantes, refugio turístico de la jet set internacional y hogar de grandes artistas.

Esta ciudad tuvo una gran relevancia en la época medieval, gracias a su puerto convertido en uno de los más importantes de Europa. Griegos y romanos se asentaron en este lugar dejando en ella su huella, construyendo torres, fortalezas y murallas para defenderla de la incursión de piratas.

Hoy en día la estela de sus antiguos pobladores, están presentes en algunas de las edificaciones que constituyen el centro histórico de Antibes, y que han hecho de ella una preciosa localidad que ha sabido combinar su idílico entorno natural, donde se extienden las cumbres de los Alpes en el horizonte, con el estilo suntuoso característico de la Costa Azul.

Panorámica de los Alpes desde Antibes

Calle del casco antiguo

A pesar de ser un destino glamuroso y con un gran número de visitantes que recorren continuamente la localidad, en la zona del casco antiguo hay estrechas y preciosas calles que conservan la esencia de un pequeño pueblo,  alejadas del bullicio y casi de presencia humana, uno puede pasear sin encontrarse a nadie, admirar cada detalle de sus coloridas fachadas adornadas con voluminosas flores, o recrearse en sus pequeños comercios de barrio, es como trasladarse a un mundo totalmente paralelo, donde a tan solo dos calles se encuentra el alboroto del ir y venir de la gente, entre terrazas y restaurantes repletos de sedientos turistas, y multitud de tiendas de todo tipos, entre escaparates abarrotados de curiosos.

Ciudad vieja y el castillo Grimaldi

El castillo Grimaldi situado a pies del Mediterráneo, es uno de los grandes encantos de la ciudad vieja, hoy en día es conocido como Museo Picasso, fue construido en la época del Imperio Romano en el s.XII, la fortaleza fue la residencia del obispo, hasta que en 1385 paso a formar parte de la familia Grimaldi, posteriormente se convirtió en ayuntamiento, y finalmente a principios del s.XX fue adquirido por la administración pública para convertirlo en un museo arqueológico.  En 1946 Pablo Picasso quedó fascinado por la luz y los colores de Antibes, en aquella época el pintor ya tenía una merecida fama mundial, por lo que las autoridades de la ciudad le ofrecieron una zona del castillo, para convertirlo en su taller de arte. Después de seis meses Picasso abandonó el lugar, dejando parte de su legado a la ciudad, convirtiendo la fortaleza  en un museo dedicado a su obra. Actualmente también se pueden ver trabajos de pintura y cerámica de otros prestigiosos artistas.

En la zona occidental de la ciudad, cerca del puerto deportivo, se ubica otro de los símbolos del pasado, el fuerte Carré construido en el s.XVI enclavado en lo alto de un collado a 26 metros sobre el nivel del mar. Sirvió como punto estratégico contra los ataques a la zona. Las visitas se hacen en grupo, y no se pueden realizar individual, en lo alto de la fortificación se pueden apreciar impresionantes vistas de 360 grados, se accede al recinto por un agradable paseo rodeado de una zona natural con flora y fauna típica mediterránea.

Fuerte Carré

El casco antiguo está repleto de monumentos históricos que embellecen la ciudad, que junto a otras edificaciones más actuales se ha conservado el sabor autentico de épocas pasadas, consiguiendo conciliar un entorno en el que el visitante puede disfrutar de un ambiente bucólico y animado.

Mercado Provenzal

En esta zona se encuentra el mercado Provenzal, uno de los mercados cubiertos  más grandes de Francia, en su interior se exponen una gran variedad de productores regionales y artesanales, donde se desprende una mezcla de aromas, texturas y tonos, haciendo participes de esta experiencia a cada uno de nuestros sentidos.

Restaurantes y pequeños bares se asoman en cada rincón de la ciudad, se puede disfrutar de una amplia gastronomía, y una variada selección para todos los bolsillos. Pero hay un pequeño local que es visita obligada para cualquier turista, el Bar Absinthe de Balade en Provence, uno de los pocos lugares de toda Europa, donde se puede degustar la verdadera absenta de calidad y el único de todo Francia especializado en esta bebida, acompañado del ritual para tomarla. Una escalera de caracol conduce al sótano donde se encuentra este bar con decoración al estilo de los año 40, que representa lo mejor del arte de esta bebida rodeada de una atmósfera artística y bohemia.

Bar Absinthe de Balade

Para poder saborear la verdadera esencia de la absenta, se debe realizar todo un ritual que nos hará disfrutar plenamente de esta bebida, con una alta graduación alcohólica, que oscila entre un mínimo de 45º y un máximo de 76º.  Absenta, azúcar, agua y una pequeña cuchara con ranuras especial para la ocasión, serán algunos de los elementos para poder realizar esta pequeña ceremonia.

Forma de beber la Absenta

La absenta es una de las recetas de alcohol más antiguas que existe, se elaboró a mediados del s.XVIII como un estimulante de efectos psicotrópicos, compuesto con varios ingredientes, entre los que se encuentran principalmente el ajenjo y anís. A mediados del s.XIX, cuando los viñedos fueron invadidos por la filoxera y se dejó de consumir vino, la absenta se convirtió en un prometedor sucesor, del que pronto se transformaría en la bebida predilecta de los artistas, que se reunían buscando la inspiración y sosiego, bajo la influencia de este licor.

Ya en el s.XX, poco antes del inicio de la primera guerra mundial, cuando por fin se restauró el mundo vinícola, los devotos a la absenta fueron reacios a dejar de consumirla para volver a los viejos hábitos del vino, por lo que la aparición del renovado licor dejó bastante indiferentes a los franceses. Finalmente el estado galo se vio obligado para frenar el decline del consumo del vino, a prohibir cualquier otra bebida alcohólica, y así recuperar el desarrollo de la economía vitícola, por ello este fue uno de los motivos principales por lo que la absenta estuvo prohibida durante un largo periodo.

Sendero de Tirepoil

Aparte de la gastronomía y la cultura, otro de los grandes reclamos del lugar, son sus casi 24 km de litoral, por el que aparte de la amplia playa que baña todo el municipio, también se extiende a pequeñas y paradisíacas calas pasando por la zona del cap D´Antibes, un lugar repleto de acantilados y bucólicas vistas de la costa, que a principios del s.XIX familias nobles construyeron sus palacetes por la bahía llegando a privatizar parte de este litoral, hasta que un siglo después la ley de costas impuso que volviera a formar parte de un espacio público, actualmente se puede recorrer su entorno gracias al sendero de Tirepoil, con una distancia de 5 km de fácil accesibilidad, por donde disfrutar de las maravillosas vistas del mediterránea, rodeado de una variada diversidad natural de flores y arbustos, entre las que se esconden algunas de las bellas residencias del tabloide de la época que resurgen del paisaje, una de las más famosas es la Villa Eilenroc, una propiedad que a principios de los años 80 pasó a formar parte del legado de la ciudad. En la parte oeste de esta zona costera y a menos de tres kilómetros del centro de Antibes, se encuentra Juan-les Pins, este lugar fue creado en el s.XX como ciudad balneario y exclusivo para turistas adinerados, actualmente esta zona sigue siendo toda una exhibición de grandes mansiones, rodeadas de espesos pinares, que junto a sus pequeños chiringuitos que se agrupan a pie de playa, hoteles con accesos privados o pequeños embarcaderos, nos sumerge en un ambiente totalmente veraniego y vacacional.

Costa de Juan-les Pins

Fotos. Alejandra Ribas – Texto. Redacción El Mundo en tu Bolsillo

GUÍA DEL VIAJERO

Información turística
Turismo Nizawww.nicetourisme.com
Turismo Antibes Juan-les-Pinswww.antibesjuanlespins.com/
Turismo Ezewww.eze-tourisme-com
Información Costa Azulhttps://es.france.fr/es/costa-azul

Dónde dormir
Hotel Le Florence *** (Niza) – Ubicado en una calle peatonal, a quince minutos caminando hasta la zona de la playa, y al lado de parada de tranvía. www.hotel-florence-nice.com
Hotel Royal Antibes**** (Antibes)- Hotel de lujo situado frente al mar, muy cerca a pie del casco antiguo de Antibes. www.royal-antibes.com

Dónde comer
Rest. A Buteghinna (certified cuisine niçoise) (Niza) – www.abuteghinna.fr
Rest. Le Gaglio (Niza)– www.restaurantgaglio.com
Rest. La Storia (Niza)- 3 Cours Saleya 06300 (Niza)
Rest. Sentimi (Niza) – Plaza Garibaldi, nº2 (Niza)
Rest. Le Nacional Trattoria (Antibes) – 61 Place nationale, 06600 -Antibes-
Rest. La Cour des Thés (Antibes) – www.lacourdesthes.fr
Rest. Café Royal (Antibes)

Qué ver
Trans Côte D´Azur – Paseo por la costa desde Niza en barco de recreo – www.trans-cote-azur.co.uk
Fragonard perfumes, visitas gratuitas y guiadas- www.fragonard.com/es/fabricas/eze
Museo Picasso en Antibes – Se puede descargar la aplicación «Picasso Antibes» para poder tener una amplia información de todas las obras que se exponen en el museo.
Bar Balade en Provence – Degustación de toda clase de absenta en un entorno con decoración de los años 40, Cours Masséna nº25 (Antibes)

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