Lisboa, una ciudad con encanto atemporal

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Lisboa cautiva por su rica historia, vibrante cultura y exquisita gastronomía, combina la majestuosidad de su patrimonio arquitectónico con un ambiente moderno y cosmopolita. La mezcla de lo antiguo y lo contemporáneo convierte a la capital portuguesa en un destino fascinante para explorar, donde cada calle cuenta una historia y cada rincón invita a descubrir algo nuevo.

Lisboa es una de las ciudades más antiguas de Europa, sus orígenes se remontan a tiempos prehistóricos, habitada por diversos pueblos a lo largo de los siglos. Su extensa trayectoria histórica ha proporcionado a la ciudad de un rico patrimonio cultural y artístico que se refleja en sus monumentos y arquitectura.

En el año1255 se convirtió en la capital del Reino de Portugal debido a su céntrica ubicación, este estatus impulsó el crecimiento y la importancia de la ciudad. Durante los siglos XV y XVI, en la Era de los Descubrimientos, se transformó en un punto estratégico para el comercio marítimo internacional.

El 1 de noviembre de 1755, Lisboa fue sacudida por un terremoto de gran magnitud, marcando profundamente su historia, el seísmo fue seguido por un tsunami y múltiples incendios que arrasaron gran parte de la ciudad, destruyendo palacios, iglesias, monasterios y miles de viviendas.

Bajo el liderazgo del Marqués de Pombal, primer ministro del rey José I, Lisboa inició un ambicioso plan de reconstrucción que no solo buscaba restablecer la ciudad, sino también modernizarla, el estilo arquitectónico resultante fue conocido como «pombalino» caracterizándose por su sobriedad y funcionalidad.

Actualmente, la ciudad combina su rico pasado histórico con una vibrante cultura contemporánea reflejada en sus monumentos y edificios decorados con vivos azulejos tradicionales, formando un rico tapiz de historias. Sin embargo, más allá de los monumentos icónicos y las rutas turísticas tradicionales, existe una Lisboa menos conocida que ofrece al visitante experiencias únicas y auténticas.

Lisboa a vista de 360ª

El Mirador Amoreiras 360ª es uno de los puntos más destacados, no solo para disfrutar de unas increíbles vistas panorámicas de Lisboa, también  es un excelente punto para tomar fotografías y contemplar la belleza arquitectónica y entorno natural de la ciudad, entre los que destacan las siete colinas de la ciudad y el río Tajo.

Este mirador tiene un precio de 5€ y se encuentra en lo alto del Amoreiras Shopping Center, lo que lo convierte en un lugar único, donde se puede combinar la experiencia de compras con la contemplación de la ciudad.

El Museu da Água (Museo del Agua)

El Museu da Água (Museo del Agua) de Lisboa es una institución única dedicada a la historia y la tecnología del abastecimiento de agua en la ciudad.

Este museo cuenta con exposiciones que abarcan diversos aspectos de la historia, la ciencia, la tecnología y la sostenibilidad del agua, y se compone de varios espacios repartidos en diferentes ubicaciones, cada una con su propia relevancia histórica y técnica.

Entre sus principales atractivos se encuentra el Acueducto de Águas Livres, construido en el siglo XVIII por orden del rey João V, es considerada una de las obras maestras de la ingeniería hidráulica y una de las pocas construcciones que resistió al terremoto que asoló a Lisboa en 1755. Se pueden apreciar 35 arcos que se extienden por 941 metro, y toda la construcción se prolonga a lo largo de 58 kilómetros. Desde 1910 está catalogado como monumento nacional.

Se puede realizar un recorrido alrededor de unos 2 Km entre túneles y galerías ofreciendo una perspectiva única de la historia de la ciudad. Durante el itinerario por el subsuelo de Lisboa se pueden encontrar impresionantes estructuras abovedadas, entre ellas destaca Mãe d’Água, en Amoreiras, una notable estructura histórica y arquitectónica construida en el siglo XVIII para recibir y distribuir el agua transportada por el Acueducto de las Águas, actualmente se puede visitar y se utiliza para eventos culturales y exposiciones inmersivas.

Este museo proporciona una perspectiva única sobre cómo el agua ha moldeado la vida de la ciudad a lo largo de los siglos, además ofrece una experiencia educativa y cultural para todas las edades.

 

Museo Medeiros e Almeida

Otro de los museos de gran relevancia, es el de Medeiros e Almeida una casa-museo situada en un palacete de finales del S.XIX y que alberga una impresionante colección de arte del empresario António de Medeiros e Almeida, que junto a su esposa desarrolló la pasión por el arte. La colección comenzó como decoración para su hogar, pero creció significativamente con la adquisición de obras únicas en el mercado de posguerra.

Sin descendencia, António Medeiros e Almeida creó una fundación en 1973 para preservar su casa y colección, transformando su residencia en un museo y donando todos sus bienes a la Fundación Medeiros e Almeida.

La colección abarca más de 2000 obras de arte, entre las que destacan, pinturas, mobiliario, porcelanas, relojes y joyería entre otras.

 

Iglesia y barrio de Graça

El barrio de Graça es uno de los rincones más auténticos y encantadores de Lisboa, ofrece calles empinadas, plazas tranquilas y pequeñas joyas arquitectónicas, entre las que destaca la iglesia de Graça. Considerada como una de las más hermosas de la ciudad, fue fundada en el año 1271 por la orden de los Agustinos, testigo de numerosos cambios a lo largo de los siglos, el templo sobrevivió al devastador terremoto de 1755.

Fue reconstruida en un estilo barroco sobrio, y conserva elementos arquitectónicos de diferentes períodos, combinando elementos barrocos y rococó.

 

En su interior cuenta con azulejos que van desde el siglo XVI hasta el XVIII, de esta última época destacan también impresionantes tallas de altares y esculturas. Otro de los lugares más significativos es el mirador que se encuentra en lo algo de la iglesia y donde ofrece unas increíbles vistas de Lisboa.

En este barrio también se encuentra uno de los muchos mirados que ofrece la ciudad, el Miradouro Sophia de Mello Breyner Andresen, dedicado a una famosa poeta portuguesa, desde este lugar se puede coger el funicular de Graça para acceder a la zona más baja de la ciudad.

 

 

La Iglesia de São Vicente de Fora

La Iglesia de São Vicente de Fora, es otro de los monumentos emblemático de Lisboa que acumula una rica historia que se remonta al 1147. Fundada originalmente por el rey Afonso Henriques tras la reconquista cristiana de Lisboa, fue reconstruida en 1582 bajo el reinado de Felipe II de España (Felipe I de Portugal).  Su nombre está dedicado a San Vicente, patrón de Lisboa proclamado en 1173 y el término «de Fora” hace referencia a su ubicación original fuera de las murallas de la ciudad. La iglesia fue otro de los pocos monumentos que sobrevivió al terremoto de 1755, conservando su esplendor arquitectónico y su significado cultural.

En su interior se hayan impresionantes azulejos de cerámica azul y blanca del S.XVII, que representan las fábulas de Jean de La Fontaine, esta colección no solo es considerada como uno de los mejores ejemplos de azulejería barroca en toda Portugal, también sirven como una forma de narración visual que combinan diferentes elementos, como la literatura, historia, ética o arte.

Otra interesante zona del monasterio se ubica en el antiguo refectorio, transformado en Panteón Real en 1885, y donde alberga los sepulcros de los restos de numerosos monarcas y príncipes de la cuarta y última dinastía real portuguesa.

 

Villa Oeiras y el vino Carcavelos

A 30 minutos de Lisboa, en el pequeño pueblo costero de Oeiras, se ubica la Villa Oeiras, una finca tradicional de gran relevancia en la producción del vino Carcavelos, un vino fortificado con una rica historia que se remonta al siglo XV.

La producción del vino de Carcavelos alcanzó su apogeo en el siglo XVIII, en gran parte gracias a los esfuerzos del Marquês de Pombal. Sus iniciativas no sólo mejoraron la calidad del vino, sino que también promovieron su exportación, haciéndolo popular internacionalmente. Sin embargo, con el paso del tiempo, la producción disminuyó considerablemente, lo que llevó a las autoridades locales a iniciar una labor de recuperación para revitalizar este vino histórico.

En la actualidad, Villa Oeiras opera con el objetivo de preservar y mejorar la calidad de sus vinos. La finca produce diversos tipos de Carcavelos, utilizando variedades de uva locales como, Galego Dourado, Arinto y Trincadeira. Estos vinos se caracterizan por sus perfiles de sabor únicos que reflejan el terruño de la región y las técnicas tradicionales de vinificación.

La finca ofrece recorridos guiados que incluyen, visitas a la bodega Casal da Manteiga y al Palácio do Marquês de Pombal, donde los visitantes pueden conocer el proceso de elaboración del vino y degustación.

 

Museu Condes de Castro Guimarães

El Museu Condes de Castro Guimarães es un tesoro arquitectónico y cultural ubicado en Cascais, a 40 minutos de Lisboa. Este palacio-museo, construido originalmente en 1900, se ha convertido en uno de los sitios más emblemáticos de la región.

Presenta un estilo arquitectónico ecléctico, combinando varias expresiones arquitectónicas, entre los que se encuentra su torre, conocida con el nombre de São Sebastião, convirtiéndose en uno de los elementos más distintivos y emblemáticos del museo, desde donde se puede apreciar unas vistas privilegiadas del océano.

En 1910, la propiedad fue adquirida por Manuel Inácio de Castro Guimarães, quien recibió el título de Conde de Castro Guimarães un año antes.  Tras su muerte en 1927, el conde legó la propiedad a la villa de Cascais para que se convirtiera en un museo y biblioteca pública.

Actualmente el museu ofrece a sus visitantes un viaje al pasado, permitiéndoles explorar la opulencia del siglo XIX portugués en un entorno de belleza natural incomparable.

 

La cocina lisboeta, cultura y sabor 

La gastronomía portuguesa es una rica y diversa expresión culinaria que refleja siglos de historia, influencias culturales y la abundancia de productos frescos del mar y la tierra.

Lisboa ofrece una gran diversidad de lugares donde degustar una cocina muy amplia, que cautiva a locales y visitantes, una experiencia culinaria única que entremezcla la gastronomía portuguesa y sus influencias globales.

Una experiencia gastronómica completa en Lisboa puede ir acompañada de música tradicional de fado, proporcionando una inmersión total en la cultura portuguesa.

 

Texto y Fotografías – El Mundo en tu Bolsillo

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