Los puentes medievales del Valle de Cardós

Por si creían conocerlo todo sobre rincónes de ensueño y paisajes olvidados dejennos que les mostremos El Valle de Cardós. A través de un entramado de viejos caminos llegaremos a espacios naturales de una belleza inigualable; parajes hermosos surcados siempre por aguas rápidas, frías y transparentes que inundan los bosques de abedules y fresnos con el rumor del río. Y cuando la naturaleza parece no poder ofrecer más espectáculo entonces el hombre medieval erigió, entre los bosques de ribera, esos puentes en piedra completando de esta manera la escena que se nos ofrece hoy a nuestros ojos. Les mostraremos, además, pueblos que conservan todo el encanto de la arquitectura tradicional de montaña, una amplia oferta de actividades deportivas y una cocina variada y de calidad.

El Valle de Cardós es una tierra verde, con abundantes bosques de abedules y fresnos que se encuentra enclavado en la cabecera del Pallars Subirà junto a el Valle d’Àneu y el Valle Ferrera. Estos tres valles forman el sector septentrional del antiguo condado medieval de Pallars y constituyen la frontera con las vecinas tierras de Comenge y del País de Foix, ya en territorio francés. La frontera se establece através de las crestas de los Pirineos que tiene en este sector abundantes cimas de más de 3.000 metros.

Nuestro itinerario transcurre paralelo al río Noguera de Cardós, que es el que recoje las aguas de todo el valle, aguas que descienden desde grandes cimas como el Montroig o el Sotllo. Allí, situado a 2.236 metros entre las escarpadas crestas de las montañas, en un paraje solitario despoblado de vegetación se encuentra el lago Certescán que con una longitud de 1200 metros y una profundidad de 96 metros es el lago más grande de los Pirineos y la principal fuente de nuestro río truchero, del que apenas habremos de separarnos a lo largo de todo el recorrido.

El itinerario de hacerse a pie es fácil, de una duración aproximada de 4 horas solo de ida, además posee una extraordinaria belleza y un gran interés cultural. La ruta nos introduce en los municipios de Vall de Cardós (conocido como Ribera de Cardos), Esterri de Cardós, Lladorre y Tavascán, situados en el Valle de Cardós y nos ofrece la posibilidad de disfrutar de la magestuosa presencia de los puentes medievales del valle.

Para llegar a la villa de Ribera de Cardós, desde donde iniciaremos nuestro recorrido, tenemos que tomar la carretera local C-147 que sale de Llavorsí. El municipio de Ribera de Cardós es el más importante del valle con un potencial turístico en continuo crecimiento derivado de las óptimas condiciones que ofrece el río Noguera de Cardós para la práctica de la pesca de la trucha, especialmente aprovechada por el turismo francés. También encontramos una buena oferta en alojamientos rurales como consecuencia del desarrollo de los deportes de aventura y el crecimiento del turismo rural.

Ruta de los puentes

En la carrtera dirección a Tavascan, a unos 100 metros nos encontrarnos, a la derecha, con el Puente Medieval de Cassibrós, con más de 12 metros de longitud y formado por un solo arco de medio punto. El puente se levanta 7 metros sobre el nivel actual del agua y en la margen izquierda la base del puente se alarga dejando que pase por debajo la canalización de una acequia, probablemente muy antigua también.

En el pequeño pueblo de Cassibros continuando unos metros por la pista que sale debajo del pueblo y que va en dirección al Pla de Nègua, reencontraremos el camino que va orillando el río, compañero inseparable en esta ruta, hasta llegar a puente de construcción más reciente que lo atraviesa y que nos lleva a Aineto de Cardós, Esterri de Cardós y Ginestarre. Nuestra ruta continua dirección Lladorre, no obstante, si se tiene tiempo y ganas es del todo aconsejable desviarse hacia los mencionados pueblos de Esterri de Cardós y Ginestarre que dominan una impresionante panorámica sobre el Valle del Torrente de Esterri y más lejos el valle de la Ribera de Cardós.

El puente situado delante del pueblo de Lladrós, que queda en su orilla izquierda, tiene un solo arco y ha sido restaurado y rehecho en toda su parte superior para hacerlo más amplio. La longitud total es de 9 metros y la altura del arco de medio punto es de 8 metros. En un extremo se erigió la ermita de la Mare de Deu del Pont. Si la ruta se hace en coche la referencia para no pasarse este notable puente es: viniendo del sur por la carretera, al final del pueblo de Lladrós delante de una carpintería, surge a mano derecha un camino que nos llevará al puente y a la ermita que hay al lado. Continuando por la pista que transcurre río arriba, por su margen izquierdo, hasta llegar a Lladorre. Un poco más al norte, ya saliendo del pueblo por un camino perfectamente señalizado, encontraremos el Pont de Borito. Es el más pequeño pero en cambio es el que está mejor conservado. El paraje tiene la belleza propia de las ilustraciones románticas que nos mostraban lugares olvidados por el hombre y anclados en el tiempo. Continuamos el camino que nos llevará mucho más al norte, a la cabecera del Valle del Cardós. Nuestro destino final es el pueblo de Tavascánen cuyo centro urbano se levanta el único de los puentes medievales de este recorrido que no está aislado. No obstante, antes de llegar a Tavascán, veremos un desvío al pueblo de Aineto, que nos separa un poco de la ruta pero cuya visita merece la pena y mucho.

Texto. Mercedes Balagué y Fotos.  Alejandra Ribas

GUIA DEL VIAJERO

COMO LLEGAR

Desde Lérida coger la A2 dirección Mollerussa-Barcelona y desviarse en la salida 467 hasta coger la C-13 Balague-Andorra, hasta llegar a Llavorsí por donde seguiremos por la L-504 en dirección a Tavascán.

 INFORMACION TURISTICA

Oficina de Turismo de Vall de Cardós  –  Camí Comunidor, s/n  –  25570 Ribera de Cardós  – Tel: 973 62 32 39
ajuntament@vallcardos.ddl.net