Pirineos Orientales, una experiencia de altura

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Visitar los Pirineos Orientales significa descubrir un patrimonio preservado en un marco natural incomparable.

Su patrimonio, su gastronomía y su entorno natural nos invitan a conocer multitud de rincones y actividades que no nos dejaran indiferentes, haciendo de nuestra estancia en este territorio en una de las mejores experiencias que podremos disfrutar durante todo el año.

TOMA ALTURA EN LOS PIRINEOS EN VERANO O EN INVIERNO

Descubre la montaña en verano en los Pirineos Orientales, lejos del ajetreo de la ciudad.

Entre la cima del Canigó, conocida también como la montaña sagrada de los catalanes, las fortificaciones de Vauban, los parques de animales, los baños de aguas caliente sulfurosas y el lago de Bouillouses con su decoración lunar… podemos entender mejor por qué el Parque Natural Regional de los Pirineos Catalanes es conocido por ser el primer Parque Natural Regional Francés de los Pirineos.

En verano, la montaña ofrece también la oportunidad de conocer las últimas tecnologías visitando los hornos solares de Mont-Louis y Odeillo.

A los amantes de la naturaleza les encantará estar en el corazón de esta inmensa reserva natural.

Las estaciones de los Pirineos Orientales son imprescindibles para los amantes de las emociones en invierno. La estación de esquí de Les Neiges Catalanes, situada entre los 1.500 y los 2.700 metros de altitud, va desde Haut-Conflent hasta Cerdagne-Capcir e incluye 8 estaciones de esquí.

Pasar el invierno en los Pirineos no es solo para los amantes del esquí, sino también para los amantes de otros tipos de deporte. Descubre nuevas sensaciones probando las raquetas de nieve o el esquí de fondo, por ejemplo.

¿Buscas una experiencia única? Es hora de experimentar los paseos en trineo de perros, el buceo en hielo, los baños de agua caliente, las cuevas, los fuertes y los hornos solares.

DESCUBRE UN LITORAL PRESERVADO ENTRE EL MEDITERRÁNEO Y LOS PIRINEOS

Relájate en las playas de arena fina de Canet-en-RoussillonSaint-Cyprien o Argelès-sur-Mer, donde se suele decir que hay 330 días de sol al año.

No te pierdas las playas de Barcarès, un enclave famoso por el trasatlántico Lydia.

Si quieres descubrir lugares más salvajes, visita Torreilles y sus playas bordeadas de dunas, juncos y estanques, un enclave preservado de los Pirineos Orientales. En Sainte-Marie-la-Mer, pueblo tradicional catalán, se puede disfrutar de un paseo entre huertos, playas y vegetación catalana.

EXPERIENCIAS QUE NO TE PUEDES PERDER

Durante nuestra estancia en los Pirineos Orientales no debemos perdernos algunas de las experiencias más representativas del lugar.

Collioure alberga tesoros marítimos y arquitectónicos incomparables. Puerto catalán, pueblo de pescadores, patrimonio medieval y colores soleados de la costa mediterránea…, entenderás mejor por qué Matisse, Derain y Picasso decidieron montar aquí sus caballetes. Descubre una hermosa escala de paso hacia los Pirineos Orientales, también conocida como la perla de la costa «Vermeille».

El tren amarillo – ¿Por qué no descubrir el tren amarillo de la Cerdaña? Este tren, bautizado también como «el Canari» por los habitantes de la región, es el ferrocarril de vía métrica más alto de Europa. Originalmente, se utilizaba para conectar las altas mesetas de la Cerdaña con el resto de los Pirineos Orientales.

Subir a la cima del Canigó – Declarado Gran Paraje de Francia en 2012, el Canigó, también conocido como la montaña sagrada de los catalanes, es el lugar idóneo para pasar un día inolvidable en plena naturaleza. Grandes valles, senderos, bosques, pueblos y antiguas minas de hierro… el Canigó te brinda un paisaje excepcional para disfrutar de una excursión en medio de un entorno protegido.

Orgues D´Ille-Sur-Têt, descubre un paisaje irreal – Situado a unos treinta minutos de Perpiñán, el paraje de Les Orgues d’Ille-sur-Têt es una verdadera joya mineral, catalogada como paraje protegido. Y es que estás en un escenario digno de paisajes desérticos, casi lunares.

Palacio de los Reyes de Mallorca, situado en el corazón de la ciudad, es un monumento que no puedes perderte durante tu estancia en Perpiñán. Cruza las puertas de esta fortaleza, declarada monumento histórico en 1935, y vuelve al siglo XIII durante una tarde.

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