Cuando el paisaje justifica el viaje – Estados Unidos-

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Poco puede decirse de un viaje que condensa años de anhelo; quizá desde que era una niña y sin haber viajado nunca antes, ya se había incrustado en mí como un sueño que alguna vez alcanzaría…

Texto y fotos. Sandra Fernández Romero

Sí, los grandes paisajes ya estaban contemplados en un planning que existía desde siempre, pero… ¿imaginarme perdida en un valle petrolífero? ¿ver el Taj Majal en Sausalito? ¿perderme en la guarida secreta de Henry Miller? ¿ejercer de tirolina urbana en Las Vegas? …

Este es el resumen de un proyecto cumplido, que me ha llevado por California, Nevada, Utah y Arizona. Apabullante en paisajes y sensaciones.

SAN FRANCISCO

Fundada en 1776 por colonos españoles, es la cuarta ciudad más poblada de California. Sus empinadas calles y antológicas cuestas se explican al estar ubicada sobre la falla de San Andrés, lo que ha derivado en varios terremotos a lo largo de su historia (el más devastador, el de 1906).

Es la ciudad de la niebla, de la cárcel por antonomasia, de los tranvías, del puente más famoso del mundo y de la arquitectura victoriana.

Merece la pena, nada más llegar, subir a la colina de Twin Peaks, donde tendremos las mejores vistas panorámicas de la ciudad y la bahía, lo que nos permitirá situarnos de cara a la posterior visita ya en detalle de la urbe.

PARQUE NACIONAL DE YOSEMITE

Los esfuerzos por proteger este valle datan ya de 1864, cuando Abraham Lincoln firma una ley que garantiza el valle de Yosemite y la arboleda de Mariposa con secuoyas gigantes, como un fideicomiso público inalienable.

 

Y es que los escenarios que te encuentras a tu paso son de una belleza abrumadora, más próximos a una composición pictórica realizada por el hombre que debidos a un capricho de la naturaleza.

Guardad batería para disparar desde Olmsted Point, una de las vistas de infarto de Yosemite, y si tenéis tiempo, acercaos al precioso Lago Tenaya, situado a 2500 metros de altura.

MARIPOSA GROVE

Ya hacia la zona sur de Yosemite, nos encontraremos con Mariposa Grove, una arboleda de secuoyas gigantes; árboles milenarios que han resistido el paso del tiempo como ningún otro ser vivo. Aquí, frente a frente, te encontrarás con ejemplares de más de 1800 años de edad y de hasta 70 metros de alto.

¡Ah, atentos al avistamiento de osos!

GRAN CAÑÓN

A pesar de que mi próximo destino sería otra maravilla natural, El Gran Cañón del Colorado, mi deseo de explorar cada camino que se abriese ante mí, sin horario ni rumbo, me llevó a descubrir lugares insólitos como Bodie, uno de los pueblos abandonados que nació con la fiebre del Oro; a atravesar el Valle de la Muerte, un paisaje lunar con temperaturas medias que rondan los 50ºC; o a disfrutar del exceso y excentricidad de Las Vegas… y es que cada señal en carretera era una invitación a la aventura.

Esculpido por el cauce del río Colorado durante más de 2000 millones de años, el Gran Cañón tiene 446 km de longitud y una profundidad que llega a alcanzar los 1600 metros, si bien es imposible transmitir las dimensiones reales de este impresionante enclave natural de Arizona; fundamentalmente, porque a él te vas acercando por una gran planicie, totalmente llana, que no avisa de la altura a la que realmente te encuentras, y que sólo se rompe bruscamente al acceder al borde del precipicio.

Si tenéis oportunidad, no dudéis en sobrevolarlo en avioneta o helicóptero.

SELIGMAN

Este singular pueblo, que se incluye en la mítica Ruta 66, es un lugar que hay que visitar. Aunque bastante pequeño – ya que apenas cuenta con 500 habitantes-, es un museo al aire libre, donde te encuentras sorpresas en cada esquina, y la excentricidad supera cualquier expectativa.

MONUMENT VALLEY

Monument Valley es una gran depresión situada en la frontera sur de Utah con Arizona, con una extensión de 372000 km cuadrados. Es conocido entre los indios Navajo como el Valle de las Rocas, aunque no se trata de un valle, sino de una gran meseta que, además, se encuentra a una altura de 1700 metros sobre el nivel del mar.

Una ruta por su interior te permitirá acercarte a estas formaciones rocosas que han marcado el oeste americano, y por supuesto, no os podéis ir de aquí sin presenciar el espectáculo en el que se convierten sus amaneceres/atardeceres con sus inconfundibles ocres y anaranjados.

Y así, concluyo mi viaje con la sensación de haber visitado lugares realmente hermosos, que dieron lugar a este texto escrito entre carreteras sin rumbo, paisajes soberbios y escenarios imborrables.

“LA METAFÍSICA ROMÁNTICA Y ABRUMADORA DEL PAISAJE”

  • Curiosa, pizpireta y aventurera de nacimiento, soy de las que gustan guardar en su mochila miles de experiencias, giros equivocados y recorridos impensables.
  • Cuando viajo, observo y me vacío. Mis ojos se convierten en radares y las imágenes que se proyectan en mi retina generalmente dan la medida de lo que somos/soy.
  • Y es que un paisaje tiene lenguaje propio, es una fuente inagotable de energía y pensamientos, una textura compleja de emociones.
  • Los paisajes afirman y refutan ideas, aluden a la literatura y al arte.
  • Tienen una narrativa deliberada y liberadora.
  • Abren y desgarran el alma.
  • Un paisaje es identidad y poesía. Es afecto.
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