Foto. © Renzo Tasso
Perú se caracteriza por ser un país donde se come muy bien. Prueba de ello es que ostenta el título de Mejor Destino Culinario del Mundo por cuarto año consecutivo, galardón que le fue otorgado en la pasada edición mundial de los World Travel Awards. El próximo mes de abril, Lima será sede del II Foro Mundial de Turismo Gastronómico, organizado en colaboración con la Organización Mundial de Turismo y el Basque Culinary Center.
Te proponemos hacer un recorrido por cinco de las ciudades más importantes del país a través de su gastronomía.
Lima
Lo mejor de la fusión culinaria del país se encuentra en la capital limeña. En la cresta de la ola gastronómica, esta ciudad ha sabido reinventarse sin perder su encantadora esencia. Con una enriquecedora trayectoria de influencias internacionales, especialmente la japonesa (Nikkei) y la china (Chifa), Perú está hoy en boca de todo gourmet.
Además, la fusión peruano-hispana dio origen a platos como la causa limeña, un puré de patatas relleno con carne de ave, mariscos y tomate; o el ají de gallina, un guiso de ají, leche, pan y especias con pechugas desmenuzadas.
Los postres son otra fuente de inventiva. La mazamorra morada, el arroz con leche, el suspiro limeño, el turrón de doña Pepa y los picarones, representan el lado dulce que acompaña la comida. El refresco de maíz morado, conocido como chicha morada, la cerveza y la Inca Kola, agua gaseosa de color amarillo, son bebidas tradicionales de Lima.
Arequipa
Arequipa es un paraíso para los amantes del buen comer, con una exquisita variedad de platos regionales como el explosivo rocoto relleno (pimientos rellenos de carne picada y queso) o el suculento chupe de camarones (sopa de gambas con leche).
Además de estos, los restaurantes de la Ciudad Blanca de Arequipa, también conocidos como picanterías, ofrecen otros suculentos platos como el solterito de queso, el caldo blanco o el conocido adobo dominical.
En cuanto a los postres, no se puede abandonar la ciudad sin probar la tradicional chicha de maíz acompañada por un delicioso anís, el Nájar, como digestivo.
Chiclayo
Otros de los grandes destinos gastronómicos del país, ubicado en la costa septentrional, que destacada por sus guisos cocinados a fuego lento como el arroz con pato a la chiclayana (hervido a fuego lento con cerveza y cilantro) y la tortilla de manta raya, elaboración crujiente por fuera y suave por dentro hecha a base de raya seca deshilachada.
Cuzco
Sopas humeantes, carnes frescas a la brasa y una chela helada (cerveza) son algunos de los platos locales imprescindibles en una visita a Cuzco. Otros platos que también merece la pena probar son el anticucho, el caldo de gallina, los chicharrones fritos, el choclo con queso o el lechón.
Mención especial al onmipresente cuy o conejillo de indias, una de las especies nativas comestibles de Perú. Alimento de los incas y fuente de proteínas en la dieta de los pueblos serranos, estuvo siempre presente en cualquier evento de importancia. Desde el tiempo del imperio solía chactarse – o aplastarse – entre dos piedras de río para asarlo después en brasa untado con ají.
Trujillo
Esta ciudad costera presenta al ceviche, plato estrella de la cocina peruana, como una combinación fría de pescado, gambas u otros mariscos, marinados en zumo de limón, cebolla, cilantro y ajíes, que permite que se cocine mediante un proceso de oxidación.