Túnez, un destino infinito

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Volver a Túnez ha sido una de nuestras mejores opciones. Necesitábamos más tiempo para descubrir la plenitud de este país. En la que cada visita se hace corta y nos deja con ese punto de curiosidad de querer ver un poco más.

En este viaje conoceremos lugares llenos de historia, pueblos donde el color nos envuelven y nos adentraremos en el desierto en nuestra ruta por el sur del país. Nuestra primera parada será la capital del país, Túnez.

Atardecer en el desierto del Sahara

Túnez ciudad

Nuestra anfitriona nos recibe con su metropolitana urbe de amplias carreteras y grandes edificaciones. Donde se conserva la tradicional llamada al salat, la oración musulmana. El Adhan es la llamada a la oración y suena cinco veces diarias. Desde el Hotel Sheraton Tunis 5* situado en una de las zonas más elevadas de la ciudad resuena como un eco relajante envolviendo la mañana. Aquel que no se encuentre cerca de la mezquita para escuchar el Adhan se puede guiar por la posición solar. 

La Basílica de  Damus El Karita 

Al llegar a Cartago, no paramos de observar ruinas romanas a cada lado de la carretera, nos detenemos en Damus El Karita, el primer monumento cristiano descubierto en Cartago. Esta basílica tunecina se encuentra ubicada en el interior de el “sitio arqueológico de Túnez”. Una zona declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1979. 

Puerto Púnico 

Visitamos el puerto Púnico un lugar cargado de historia por el nombre que aún conserva.

Los cartagineses que controlaban el comercio en casi toda África del norte lucharon contra los romanos y los griegos durante 150 años. Cartago fue conquistada por los romanos en el s.II después de su victoria en las guerras púnicas, arrasando todo vestigio cartaginés.

Puerto Púnico

Formado por dos bahías, uno nombrado puerto comercial y el otro puerto militar o de armas, es bien sabido que fueron uno de los puertos más importantes de la antigüedad. Hoy en día es un pequeño y tranquilo embarcadero para los pescadores de la zona.

Sidi  Bou Saïd

Puerta de Sidi Bou Saïd

Y llegamos a Sidi Bou Saïd, este pueblo costero construido en la falda de una montaña nos embruja la mirada con su cálido color azul celeste en puertas y ventanas, contrastando con las paredes blancas, ofreciendo mil rincones distintos entre sus pequeñas calles y miradores. Y donde la afluencia de visitantes no interrumpe la vida diaria del tunecino, al que le gusta empaparse de la diversidad de culturas que les visita. Nos indican los mejores sitios para observar y nos invitan a admirar su tradicional artesanía en telas, plata y la alfarería que inundan las calles principales, con una fusión de venta y amistad que lleva al “regateo”. No olvides parar y disfrutar un té con almendras, el placer de esta combinación habla por sí sola. 

Djerba

Uno de los lugares más turísticos es Djerba la isla de Túnez. Con sus más de 150 km de costa y una gran cantidad de hoteles a pie de playa, se convierte en un destino vacacional perfecto.

Djerba está conectada al continente africano por una carretera de 7 km que remonta del s.III y se la llamaba la calzada romana. Una de las peculiaridades de esta isla es, que ningún edificio puede superar el tamaño de una palmera, limitando así a todas las edificaciones a no superar las dos plantas de altura. En las zonas del interior de la isla, te das cuenta de su planicie y puedes observar extensas zonas de cultivo alrededor de su peculiar casa rural denominada menzel.

Alfarería en Djerba

En el Hotel Radison Blue Palace Resort 5* puedes perderte entre sus diferentes salones que por las noches armonizan con música y luz de candelabros, con una entrada deliciosa al buffet y una estupenda terraza para cenar con el sonido de las olas. El amanecer en este Resort va a juego con las instalaciones. 

Houmt souk

Houmt Souk es un pueblo costero de Djerba dónde su zoco se asemeja a una zona instruida totalmente al negocio. Aquí sus grandes plazas llenas de mesas inclinan a recordar la antigua forma de comercio, y dónde la alfarería expuesta provoca una obra de arte.

Guellala 

Antes de salir de la isla pasamos por Guellala, en la que nos detenemos para admirar un tradicional taller artesanal de alfareros situado al borde de la carretera, dónde se puede contemplar la forma de trabajar de sus ancestros. Dotados de un pequeño pozo, diversas herramientas y unas fosas llenas de recovecos donde poner a secar las vasijas. Las piezas se entremezclan con la misma tierra de la que están hechas 

Artesanía

Chenini 

Dirección a Chenini cruzamos tierras áridas dejando la carretera atrás, el mejor transporte para el desierto es un 4×4. 

Entre una cordillera roja, se encuentra encaramada Chenini, pueblo bereber datado del s.XI, adornado con una resplandeciente mezquita blanca que corona la montaña. Sus calles empinadas y bien definidas ante los barrancales con sus entradas a las viviendas tan reducidas como para entrar a gatas nos van sorprendiendo en nuestra subida.

Turbante de Bereber

Comer en el Hotel Shango puede ser un espectáculo, desde su recibimiento con música tradicional invitándonos a bailar, hasta sus platos guisados en vasijas de barro. 

Ksar ghilane 

Seguimos transitando estas tierras áridas. Una vez en el desierto, hemos adoptado la postura de los bereberes y nos hemos colocado el turbante, que nos enseñaron a poner los habitantes de Chenini.

Después de dos horas de travesía, en el horizonte divisamos una esponjosa mancha que nos confunde.  No es un espejismo. Es Ksar Ghilane un oasis a los pies del Gran Erg Oriental que es como llaman a esta parte del Sahara.  Un palmeral que empieza con unas pequeñas y humildes casas berebere, atravesado por una estrecha carretera que termina en una pequeña poza de aguas termales. Los bereberes de este oasis viven en total plenitud con el entorno.

Y detrás de la poza, las dunas del Sahara, una visión infinita de ocre cuando el sol está cayendo. Te invitamos a que te descalces y sientas el Sahara en tus pies, siente su arena fina y camina por las suaves dunas. Deja tu huella, aunque desaparezca.

Ksar Guilane está equipado para ofrecer al turista, además de su gran hospitalidad, un sinfín de rutas por las dunas con diversas opciones de transporte. Desde la ruta típica en dromedario a la emocionante carrera con quads. Con un camping de haimas para instalarte el tiempo que necesites con todas las comodidades necesarias.

Nos cuesta volvernos a calzar, pero la travesía en quads nos espera. Los guías nos provienen de casco por nuestra seguridad, y se aseguran en toda la ruta de que todos vayamos por el camino que ellos van trazando. Ayudan a los rezagados y sortean las dunas que se imperan al quad en algunas manos. Nosotros les seguimos disfrutando de las vistas a la velocidad que permiten los desniveles de las dunas. 

Fortaleza de Ksar Ghilane 

Nos conducen hasta las ruinas de la fortaleza de Ksar Ghilane un fuerte romano del s.XIII al que llamaban Tisavar, las tribus bereberes cambiaron su nombre a Ksar Ghilane. La puesta de sol en este lugar es mágicamente inolvidable… 

Campamento Zmela 

Para pasar la noche en el desierto hemos decidido ir al campamento de Zmela, instalado a unos 20km de Ksar Guilane. Con pequeñas y cómodas haimas alumbradas por velas. Una zona desértica con todas las comodidades necesarias para disfrutar de la inmensidad de la nada.

Las noches en Zmela se cierran con los cantos bereberes después de una cena bajo las estrellas. Pero no te duermas el verdadero espectáculo empieza cuando las luces se apagan y la encargada de la iluminación es la vía láctea… Simplemente espectacular. 

Douz 

Dejamos el desierto atrás, pero seguirá en nuestras mentes para siempre. En Douz daremos nuestro paseo en dromedario. Para protegernos del sol nos ofrecen una chilaba y turbante.

Dromedarios

Los beduinos nos esperan tranquilamente con los dromedarios atados y en fila, seleccionan a cada viajero por su peso, cuidado se inclinan hacia delante al levantarse, agárrate bien, acompaña su movimiento tranquilo y balancéate con ellos sobre las dunas. Una experiencia que debes sentir por ti mismo. 

Chott El Djerid

Saliendo de Douz dirección norte, es imposible no pasar por Chott El Djerid el lago salado más grande del Sahara. Su superficie se mantiene seca la mayoría del año y podemos encontrar zonas donde la gente da rienda suelta a la imaginación frente a un confín blanquecino. 

Lago salado Chott El Djerid

Tatatouine

Y no podíamos dejar de pasar por Tatatouine, uno de los escenarios de la primera película de Star Wars. Este trocito del mundo Tatooine es idolatrado por todo aquel que aprecie esta saga. 

Tozeur

Llegamos a Tozeur el final de nuestro recorrido en este segundo viaje. Esta ciudad se distingue por sus construcciones de ladrillo pequeño. En su zoco podemos encontrar desde las típicas ventas de artesanía combinado con el mercado central y vendedores ambulantes de todas clases. Una zona comercial muy activa y diversa, entre carros tirados por caballos y cientos de ciclomotores recorriendo sus pequeñas calles. Nosotros las recorreremos en carruaje.

Entre sus palmerales se encuentra la casa de huéspedes Dar Tozeur un lugar de descanso e intimidad donde nos muestran como suben a las palmeras con una facilidad visible imposible de imitar. Las gentes de estos parajes nos sorprenden todos los días.

Palmeral de Tozeur

En la medina de Tozeur visitamos Dar Saida Beya uno de los hoteles más majestuosos en una zona plena de historia. Con un decorado totalmente arábico de patios alargados, adornados con fuentes y piscinas refrescando el ambiente, posee diferentes espacios para todos los gustos y opciones. Desde su terraza, se divisan todas las mezquitas que la rodean.

Un lugar idílico.

Quizás tengamos que volver para ver esta ciudad en profundidad, y por qué no ver amanecer en Ksar Guilane.

Tal vez tu deberías hacer igual, descubrir por ti mismo que lugar volverías a visitar de este cálido y sorprendente país.

Texto y Foto. Merche Balagué

Información turística – www.turismodetunez.com

Cómo llegar – La línea aérea Tunisair, tienes salidas desde Barcelona con una frecuencia desde junio a octubre de un vuelo diario menos el sábado.  Desde Madrid con un vuelo los lunes, miércoles, viernes y domingos. http://www.tunisair.com/ 

La moneda de Túnez  es el dinar, actualmente 1 dinar es equivalente a 0,41 € aproximadamente. En Túnez puedes cambiar fácilmente y sin problemas, tanto en el aeropuerto donde encontrarás varias oficinas de cambio, como en la mayoría de las recepciones de los hoteles, y por supuesto en cualquier entidad bancaria.

Embajada de España en Túnez – Tel. Emergencia Consular + 216 98 34 68 03
E-mail: emb.tunez@maec.es

 

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