Probablemente la ciudad más representativa del mundo, conocida por todos aún sin haberla visitado. Símbolo de ambición que nunca ha dado un paso atrás, producto de una voluntad férrea, regenerando espacios inhabitables, tendiendo inmensos puentes colgantes e incluso asomándose a lo más alto del cielo, así como el coraje de reconstruir en recuerdo de aquellos a los que perdieron. Nueva York es la suprema muestra de energía de quienes la construyeron.
Su vida late en barrios tan distintos entre sí como si fueran pequeñas ciudades de diferentes países, unidas por una única urbe gigantesca que se manifiesta en una infinidad de mercados callejeros, rincones románticos, lugares absurdos o incluso enclaves siniestros, donde en su población se mezclan infinidad de grupos étnicos y acrisola infinitas culturas, pero cuyo carácter es individualista y cosmopolita.
Nueva York en su gran mayoría esta aposentada sobre tres islas, Staten Island, Manhattan y Long Island, anexadas por puentes colgantes y túneles. Una ciudad que todos conocemos aunque nunca hayamos estado en ella, la hemos visto demasiadas veces en la pantalla como para que no nos resulte familiares sus rincones más famosos. A veces parece irreal, como si fuese un enorme decorado, un paisaje urbano creado por los escenógrafos de Hollywood, pero a la vez llena de atractivos que jamás defrauda a quienes la explora.
Manhattan, una isla de colinas ya desaparecidas bajo el paraíso original de la especulación inmobiliaria, poblada por 1,7 millones de habitantes. Con sus 20 km de largo por 4 km en la parte más ancha, está rodeada por los ríos Hudson, Este y Harlem. Se divide en tres sectores, alto Manhattan donde en el 80% se concentra la zona residencial, escuelas y universidades, en el área del medio se ubican gran parte de las atracciones turísticas, y por último, el bajo Manhattan, donde se encuentran la mayoría de comercios, hoteles, zona financiera y empresarial.
Para moverse por sus calles solo es necesario un poco de sentido de la orientación y algo de intuición, y enseguida dominaremos el cogollo de una ciudad trazada con tiralíneas. El metro es el principal medio de transporte neoyorquino, es rápido y permite numerosas combinaciones, llegando prácticamente a casi todas partes. Con más de 5 millones de pasajeros a diario y con algo más de 460 estaciones, se convierte en la ciudad con mayor número de estaciones, funcionando las 24h durante los 365 días.
El corazón de Nueva York late en Times Square, en el cruce de Broadway con la 7ª avenida, es el centro neurálgico de la ciudad. Ostentosa como un nuevo rico, tanto que por las noches las luces transforman este lugar en algo parecido a un parque temático del capitalismo, un escenario para la diversión y el consumo, habitado por miles de turista, una plaza mítica donde se celebra el año nuevo y los grandes acontecimientos, que a la vez es un espectáculo en sí misma, tanto que la gente se sienta a contemplarlo fascinada por el derroche de luz en los carteles de anuncios, y las enormes pantallas publicitarias.
Dicen que toda visita bien organizada a la gran manzana, tiene que comenzar en uno de sus famosos y más altos rascacielos, el Empire State Building. Fue durante 40 años el edificio más alto del mundo con una altura de 400 metros, alberga más de 1000 negocios en sus oficinas, dándole el segundo puesto de complejo de despachos más grande del continente americano después del Pentágono, seguramente por este motivo el edificio tiene su propio código postal. El panorama desde su terraza que además de ser espectacular, permite comprender como se extiende la ciudad, donde el espeso bosque de cemento en Manhattan esconde muchos edificios singulares, e incluso algunas antiguas
iglesias históricas difíciles de ver rodeadas entre tantos rascacielos.
Todos los visitantes queremos asomarnos desde el piso 86 e incluso en la terraza del piso 102, donde la vista puede alcanzar hasta una distancia de 80 km en un día claro y que abarca 5 estados. Uno de los momentos más impresionantes para subir, es en la sesión nocturna, donde quedaremos impresionados de un paisaje decorado con infinidad de luces.
Además del Empire State Building, el principal símbolo político de la ciudad y de Norte América, es la famosa y conocida Estatua de la Libertad, visita obligatoria para el turista, todo símbolo que se levanta como estandarte de la independencia y libertad de Estados Unidos. El 17 de junio de 1885 llegó por mar dividida en 300 piezas de cobre desde Francia, regalo de la ciudad de París para conmemorar los 100 años de la independencia americana. Tardaron un año en construir su pedestal y posteriormente comenzaron a ensamblar sus piezas. Situada en un islote a la entrada de la ciudad, era lo primero que contemplaban los emigrantes a su llegada.
Otro icono de la gran manzana es el Central Park, un oasis en medio de la locura, una gran alfombra verde, el gran pulmón de la ciudad recuperado del deterioro que sufrió hace 40 años, y uno de los parques urbanos más grandes del mundo. Reúne en sus puertas a puestos de pintores y artesanos, una tropa bohemia que se gana la vida gracias al turismo. Se comenzó a crear en 1822 y se terminó en 1857, con un total de 341 hectáreas, en la actualidad el parque tiene 161 especies vegetales y tres lagos artificiales. Algunos de los lugares más singulares que se encuentran dentro de este recinto natural, es un mosaico en memoria de John Lennon con la palabra imagine, un regalo de la ciudad de Nápoles, que genera una nostalgia colectiva al antiguo Beatles y eterno mito.
Los distritos de Harlem situado al norte, y el Bronx separado de la isla de Manhattan por el río Harlem, fueron cuestionados por su fama de alto nivel de violencia, que hoy en día no tiene nada que ver con las antiguas historias que les precede. En Harlem encontramos la mayor concentración afroamericana, donde
comienza haciendo frontera por la zona norte de Central Park. Su principal avenida Malcom X o asistir a una misa góspel, son algunos de los lugares recomendados. El Bronx ofrece mucho más de lo que el visitante espera, más tranquilo y reformado, deja atrás aquella fama de distrito violento. Es Conocido por alojar el estadio más famoso de béisbol, los Yankees, así como la famosa comisaria 42.
Hay otros barrios, convertidos en todo un reclamo turístico. Chinatown y Little Italy son dos de los más característicos, están separados por Canal Street que atraviesa el sur de Manhattan y que a la vez les sirve de frontera. Miles de turistas visitan cada día el suburbio chino en busca de sus comercios, los cuales no suelen aceptar tarjetas de crédito para escapar de los controles de impuestos. Un barrio que mantiene
milenarias tradiciones y que nació a mitad del siglo XIX, convirtiéndose actualmente en el mayor barrio asiático de América y la mayor comunidad china fuera de Asia. Los vecinos de este distrito se mantienen fieles a sus costumbres ancestrales, formando una sociedad cerrada que no para de crecer aislada del resto de la sociedad.
Little Italy es el antiguo barrio de los emigrantes italianos, que no han resistido a la invasión de sus vecinos orientales, los cuales han terminado por ir comiéndoles el terreno, tan solo les resta 4 manzanas, manteniendo los restaurantes, cafés y tiendas de recuerdos. En sus calles apenas quedan dos mil italoamericanos, es decir cinco veces menos que hace 50 años, la pequeña Italia mantiene su esencia gracias a los turistas en busca de sus pizzas y pasta al dente.
La gastronomía en Nueva York no defrauda, existen infinidad de locales para todos los gustos y bolsillos, lujosos y más mediocres, exóticos o clásicos. Aunque no exista una comida típica de la ciudad, hay algunas formas de comer que son características. Los abundantes puestos de carritos y furgonetas de comida que abundan en las calles, son la alternativa más habitual para la mayoría de los neoyorquinos, y por supuesto
para los turistas.
La estación Gran Central, es uno de los principales ejes del vertiginoso ir y venir cotidiano, donde se cruza el metro y los ferrocarriles, un escenario emblemático también recreado en multitud de películas. Fue creada en 1904 como el primer metro subterráneo, aunque empezó a funcionar como tal en 1913. Tiene el mayor números de andenes del mundo con un total de 44, y se ha convertido en la tercera atracción turística más visitada.
Una de las paradas obligadas en nuestro paso por la ciudad, está situada justo al lado de la zona financiera de World Street, donde se alzaban en lo más alto las torres gemelas, se encuentra el monumento National September 11 Memoria
representado por dos enormes cascadas donde el agua discurre sin fin en unas fosas de mármol, en las que se reflejan en acero incrustado los nombres de todos aquellos que padecieron. Justo al lado se encuentra el Oculus, la nueva estación de metro y de tren de Nueva Jersey del World Trade Center, además de un centro comercial subterráneo. Fue creado por el arquitecto español Santiago Calatrava, el cual quiso plasmar en su obra la simulación de un pájaro alzando el vuelo.
El museo naval, aéreo y espacial Intrepid, es otro de los lugares que merecen la pena visitar. Entre sus atractivos se encuentra el imponente portaaviones Intrepid, anclado en un muelle del río Hudson, sirvió en la segunda guerra mundial y se mantuvo activo hasta 1974. A parte de este viejo buque de guerra, se pueden ver antiguos aviones de caza y visitar un submarino de la guerra fría.
Otro de los museos más conocidos gracias al cine, es el Museo Americano de Historia Natural, que nos garantiza un viaje inolvidable repasando la historia de la tierra y el hombre.
Esta ciudad ofrece de construcciones y rincones que nos sorprenderán a nuestro paso, entre ellos encontramos el puente de Manhattan que une Chinatown y el barrio Dumbo en Brooklyn, es muy fácil de diferenciarlo ya que prácticamente toda su estructura está hecha de un color característico azul grisáceo. Llegados a la pasarela peatonal lo primero que observaremos serán sus vallas de protección y el estruendo sonido del metro al pasar, pero por el contrario pasearemos en él con la tranquilidad de no ser abordados por bicicletas o por una gran afluencia de turistas, a la vez que disfrutaremos de unas inigualables vistas del puente de Brooklyn con los rascacielos de fondo de Manhattan. Una de las panorámicas más conocidas de este puente, es desde el barrio de Dumbo, entre las calles de Front y Washington, divisaremos la estructura encuadrada a la perfección, entre las fachadas de edificios de tochos rojizos.
El puente de Brooklyn es otra de las pasarelas famosas, es la gran arteria para conectar Manhattan con Brooklyn. Se empezó a construir en 1870 y se terminó en 1883, convirtiéndose en su momento en el puente colgante más largo del mundo, y el cual ha servido como inspiración para numerosos filmes.
Vale la pena cruzar caminando sus poco menos de 2 km, para adentramos en Brooklyn, que fue ciudad independiente y gran rival de Nueva York hasta 1898. Se compone de diversos barrios, entre los más destacados se encuentra Williamsburg, donde en la zona norte se ha convertido en un referente de la moda hipster, repleto de cafeterías y restaurantes a la última, totalmente diferente en la zona sur, donde la comunidad judío ortodoxo viven tan aislados del resto de barrios, que por un momento dudaremos si estamos o no en la famosa ciudad de los rascacielos. Otro conocido distrito es el de Queens por ser el más extenso de todo Nueva York, en el encontramos los dos aeropuertos más importantes, el JFK y la Guardia. Y Coney Island, situada más al sur de Brooklyn, es la zona de playas y parques de atracciones, escogida por muchos como lugar de relax y ocio.
Y es que Nueva York más allá de parecer un gigantesco parque de atracciones turísticas, reserva un sinfín de experiencias enriquecedoras a todos aquellos viajeros que se atreven a explorar, sus rincones ocultos más allá de los tópicos. Es imposible encontrar la oscuridad en la ciudad que siempre permanece despierta, donde parece que no se termina nunca de descubrir del todo, y que todas las fotografías que se hagan de ella parecen estar siempre incompletas.
Texto. Pedro Balagué – Fotos.Alejandra Ribas
GUÍA DEL VIAJERO
Información turística
-NYC & Company – Centro de información turística oficial de la ciudad de Nueva York, que ofrece al visitante información, guías y mapas. También se puede adquirir diferentes pases con descuento para las atracciones y museos. https://es.nycgo.com
-New York City Pass. Una de las mejores opciones para visitar algunos de los principales lugares más turísticos de la ciudad. Con este pase obtendremos grandes descuentos para 6 atracciones que escojamos. El New York CityPASS es un pequeño cuadernillo de cupones canjeables, en cada uno de ellos se especifica los principales puntos turísticos de Nueva York. A través de este método los adultos pueden ahorrar más de 80$ y los niños más de 60$, visitando seis monumentos o museos. La tarjeta es válida 9 días desde el primer día de uso. Otra de las ventajas del New York City PASS es el acceso a las «fast-lines», permite saltarse las colas y entrar directamente en algunas de las atracciones. http://es.citypass.com/new-york
-Como en casa New York, Es un servicio de transporte a nivel local, regional y nacional. Movilización de personas a congresos, eventos empresariales, fiestas, tour por la ciudad y traslados de aeropuerto hasta hotel y viceversa. Disponen de personal bilingüe, en inglés y español. comoencasanyc@gmail.com
Cómo llegar
LEVEL ofrece rutas directas a Nueva York desde Barcelona, permitiendo a los viajeros grandes oportunidades de explorar la “Gran Manzana” y vivir experiencias de viaje únicas. LEVEL vuela a Nueva York JFK desde Barcelona con hasta 4 vuelos semanales, además con unos precios de salida desde 99€.
La aerolínea que el pasado mes de junio celebró el 2º aniversario de su implantación en Barcelona, ofrece viajes a precios muy asequibles, la posibilidad de customizar el viaje en función de los requerimientos y presupuesto de cada pasajero, ofreciendo numerosas opciones para todos aquellos que escojan Economy. Por su parte, los que opten por la cabina Premium se benefician de un servicio preferencial con todo incluido.
LEVEL conecta hoy la ciudad de Barcelona con San Francisco, Buenos Aires, Boston y Santiago de Chile.
Disponibilidad de fechas y horarios en su página web. www.flylevel.com
Solicitud de entrada a Estados Unidos
EL ESTA. Para viajar a Estados Unidos es obligatorio solicitar la autorización ESTA, un sistema electrónico que permite la entrada al país durante 90 días no prorrogables por motivos de turismo, negocio o tránsito, y que tiene un coste de unos 14$..El proceso de autorización en línea ESTA es un procedimiento de selección que analiza información del solicitante y determina la elegibilidad para viajar a los EE.UU. Una vez solicitado y aprobado, tiene una duración de 2 años consecutivos o hasta que expire el pasaporte. Para realizar una solicitud ESTA on-line, se necesita el pasaporte, un correo electrónico y una tarjeta de crédito o débito válida para realizar el pago de 14$. Si se cumple todos los requisitos de la solicitud en un periodo máximo de 72h se recibe la autorización.
Sitio Web Oficial del Departamento de Seguridad Nacional – https://esta.cbp.dhs.gov