Lago de Alqueva

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En su día fue infinita llanura alentejana, salpicada de dehesas. Hoy es el embalse más grande de Europa, un mar interno de agua dulce custodiado por la naturaleza. Presentamos la más original de sus propuestas: tripular un barco-casa y sentirse como un capitán.

 Llegó el agua, con su promesa de vida, y coloreó el paisaje claro del Bajo Alentejo portugués, esas tierras de trigales dorados y de vastas y monótonas planicies en las que crecen los alcornoques y los olivos, las viñas y las encinas. Esas tierras castigadas por el sol y regadas tan sólo por el curso delgado de un Guadiana que pasaba de largo camino del oceáno, sin apenas trastocar la imagen de la sequía.

Entonces el río se convirtió en pantano. Para ello tuvo que aumentar su profundidad y ensanchar sus márgenes y ya de paso inundar parte del entorno, incluida alguna pequeña aldea. El resultado fue el Embalse de Alqueva, una obra faraónica a la que se ha dado el nombre de Grande Lago en honor a su descomunal tamaño: 250 kilómetros cuadrados -el equivalente aproximado a 25.000 campos de fútbol- que lo convierten en el lago artificial más grande de Europa. Una suerte de mar de agua dulce encajado entre Portugal y Extremadura.

El paisaje alterna la serenidad de los campos alentejanos con el serpenteo del agua que se pierde en el horizonte.

Claro que para que naciera este oasis tuvieron que pasar 50 años, los mismos en los que la construcción de la presa estuvo paralizada. Tuvieron que aplacarse también las iras ecologistas en favor de aquella otra idea que apostaba, por fin, por el agua, como un sinónimo de esperanza para esta zona deprimida. Porque el embalse, que fue inaugurado en 2002, no sólo permitía el funcionamiento de una central hidroeléctrica, sino que aspiraba también a la transformación en regadío de todas las tierras colindantes.

Y a la explotación del turismo, por supuesto, que aumentó su interés por la zona, atraído por la belleza del lugar. Una belleza enigmática que alterna la serenidad de los campos alentejanos con el serpenteo del agua clara que se pierde en el horizonte. Próximo a la frontera de Badajoz con Portugal, en el eje constituido por la población pacense de Cheles -el único pueblo español de la ribera- el Grande Lago destaca por su espectacularidad natural: un entorno paradisíaco que atrae a numerosas especies animales y que va mutando su color al ritmo de las distintas estaciones.

Un yate para explorar el terreno

Pero si hay algo que hace posible este embalse es una fórmula de vacaciones inédita y sorprendente: la de convertirse en capitán de barco para apreciar la magia del paisaje desde la perspectiva del agua. El coqueto puerto de Amieira Marina, junto a la población ribereña de Amieira, ofrece alquiler de barcos-casa -auténticos yates de lujo- para dejarse perder por los rincones del lago.

Y es que estas embarcaciones desde dos hasta doce plazas, equipadas con todo lujo de detalles (camarotes con camas dobles o gemelas, salón con sofá convertible en cama supletoria, baños individuales para cada dormitorio, cocina completa con frigorífico, fuegos a gas y horno, televisión con lector de DVD, radio con CD… y hasta una barbacoa en la cubierta) pueden ser tripuladas por cualquiera sin necesidad de título ni de experiencia previa. Bastan unas indicaciones prácticas de menos de una hora … y a navegar.

Los barcos-casa pueden ser tripulados por cualquiera sin necesidad de título ni de experiencia previa

A bordo, la vida no puede ser más placentera. Tomar el sol en cubierta, atracar en una orilla para pescar, dar un paseo en kayak o atreverse con el esquí acuático, disfrutar de un magnífico baño antes del aperitivo, despertarse de la siesta con el canto de las aves… Y también explorar la región a pie o en bicicleta, esos campos imponentes donde pastan los ganados, salpicados por pintorescas aldeas que esconden miles de secretos. Por ejemplo: el de la gastronomía alentejana, una de las más sabrosas del país vecino.

Monsaraz, con su bella estética medieval, y Mourâo, con sus bonitas vistas desde el castillo, se llevan la palma, aunque no menos encanto tienen otras muchas como Alqueva, Estrela, Campinho o Juromenha. Y la más joven, Aldea de la Luz, que tras quedar anegada por las aguas tuvo que ser reconstruida… eso sí, con total fidelidad (idéntica distribución de calles y casas) para no alterar ni un ápice los vínculos humanos de siempre.

La cocina portuguesa

En cualquier rincón de la travesía se puede descubrir uno de los grandes secretos del Bajo Alentejo: su gastronomía. Si en la costa puede encontrar 365 formas de cocinar el bacalao, en esta tierra la creatividad no se encuentra a la zaga. El Alentejo es un territorio donde el trigo y el aceite han sido base de su desarrollo y unos inmensos bosques de alcornoques dan sombra a piaras de cerdos que pastan en la llanura. Por eso, el pan, el cerdo y el aceite constituyen la base de una de las cocinas más sabrosas de Portugal, en la que el aroma del campo se funde en cada plato. También la caza y el pescado, los quesos y los postres representan un apartado destacado de la gastronomía de Alentejo.

Amieira Marina

Las instalaciones de Amieira Marina se encuentran muy cerca de la frontera entre España y Portugal, en pleno Alentejo portugués, en una zona que ofrece múltiples posibilidades para disfrutar de unos días de ocio y relax. Además de navegar plácidamente, los usuarios pueden atracar junto a la orilla para detenerse a pescar o dar un paseo en bicicleta y explorar los alrededores. También pueden realizar rutas en compañía de otros navegantes y disfrutar junto a ellos de un buen almuerzo, bañarse en parajes ocultos a cualquier mirada, montar en kayak, disfrutar de una agradable cena y una copa en cubierta y terminar la noche con un maravilloso sueño reparador en los confortables camarotes del barco. Amieira posee también un restaurante panorámico recomendado por la edición de 2011 de la Guía Michelín.

Además, durante la época estival los “capitanes” de Amieira Marina pueden disfrutar de la modalidad del Wakesurf. En ella, el surfista, montado en una tabla un poco más corta de lo habitual, puede cabalgar las olas que va dejando tras de sí un barco de motor. Asimismo, Amieira Marina también ofrecerá descuentos de 200 euros en los alquileres de barcos-casa durante una mini semana cuando la reserva y el pago del servicio se realice en el mes de junio y siempre a través del sistema de reserva online: reservas.amieiramarina.com.

Capitán de tu propio barco

Amieira Marina ha creado un servicio de alquiler de barcos a motor, con capacidad de entre dos y diez personas, que pueden ser tripulados por uno mismo tras recibir unas pequeñas lecciones de navegación que duran alrededor de media hora. Precisamente la facilidad de manejo de las naves y la posibilidad de elegir cualquier recorrido en la amplia superficie del pantano representan los principales atractivos de esta nueva fórmula de vacaciones, que hasta ahora estaba limitada a los expertos que contasen con la titulación correspondiente.

Manuel Maia, director de Marketing de Amieira Marina, comenta que “el barco no es un vehículo de transporte, sino un mundo aparte que te relaja y te permite sentir todo lo que tenemos alrededor, al contrario que en los transportes tradicionales, donde la velocidad no te permite ver ni mucho menos disfrutar del recorrido. Un crucero de 3 días por el Grande Lago se vive minuto a minuto y las cosas más pequeñas son las que a la larga se convierten en nuestros mejores recuerdos, como una barbacoa en cubierta o dormir plácidamente bajo un cielo estrellado”

Los barcos de Amieira Marina pueden tripularse desde la cabina o tomando el sol en la toldilla exterior mediante unos controles muy sencillos, que consisten en un volante similar al de un automóvil para controlar la dirección del barco y una palanca que sirve para graduar la velocidad tanto de avance como de retroceso.

De esta forma tan sencilla se pueden descubrir los rincones más ocultos del Grande Lago. Para una mayor tranquilidad del navegante, todos los barcos están equipados con GPS, que muestra una imagen virtual de la zona donde se encuentra la embarcación, las boyas próximas y la ruta preferente a seguir, de la misma manera que el GPS de un coche. Además, lleva incorporado un sonar para saber la profundidad a la que se encuentra el fondo en todo momento y señalar la proximidad de rocas o posibles peligros en los que encallar.

Lago de Alqueva

El tiempo de navegación a bordo discurre tranquilamente mientras se toma el sol, se contempla el paisaje, se observan las aves en su emigración o se lee un buen libro. La quietud que se vive en esta presa permite parar el barco en cualquier lugar, sin necesidad de amarres ni anclas mientras todos comparten la comida, la charla, el baño o la siesta.

Cada camarote está equipado con todo tipo de comodidades, como son camas dobles, armarios, cuarto de baño completo, ropa de cama y toallas. Además, en la zona común hay una cocina con frigorífico, cocina de gas, televisión, lector de DVD, mesa, sofá convertible en cama supletoria y todo el equipamiento de cocina y vajilla necesario para no tener que salir del barco en ningún momento si no se desea. En la zona exterior se puede disfrutar del solarium, preparar una barbacoa o leer plácidamente, entre otras posibilidades. Además, todos los barcos disponen de un espacio especial para poder transportar bicicletas, cañas y equipo de pesca, canoas…

                Texto. Amieira Marina  –  Fotos. Alejandra Ribas

 Cómo Llegar:

En coche, la mejor combinación es llegar a Évora o Beja, a unos 100 kilómetros de Badajoz, por la A-5. A partir de estas dos localidades hay que seguir las indicaciones hacia Portel vía IP2 y continuar en dirección Alqueva / Mourao (sin entrar en Portel) por la N-384. Al llegar a la indicación vía R-255, hay que girar a la izquierda dirección Aimieira

Donde comer

 O Panorâmico (Amieira. Tfno.: 351 266 611 173 /351 933 248 039). Es el restaurante de Amieira Marina, la empresa que gestiona los barcos-casa.

Sabores da Estrela (Rua Nova de Moura, 3. Estrela. Tfno.: 351 285 915 000. www.saboresdaestrela.com). En la tranquila aldea de Estrela, pegada a la orilla del Grande Lago.

Horta da Moura (Hotel Rural Horta da Moura. Apartado 64 7200-999. Reguengos de Monsaraz. Tfno.: 351 266 550 100). Es el restaurante del encantador Hotel Rural del mismo nombre, que está en la villa medieval de Monsaraz.

Datos útiles

Toda la información sobre el Grande Lago y el alquiler de los barcos-casa: Amieira Marina (Tfno.: 351 266 611 173/4/5/ y 351 266 734 448. www.amieiramarina.com) en portugués, inglés, francés y español.

En Turismo de Alentejo – www.visitalentejo.pt y www.visitalentejo.com

Oficina de Turismo de Portugal –  www.visitportugal.com Tel. 902 887 712.

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