Famosos salvados en último momento de accidentes aéreos

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El buscador de vuelos y hoteles www.jetcost.es ha seleccionado algunos de los casos más llamativos de personajes famosos que se salvaron “in extremis” de un accidente aéreo por cambiar su billete o no coger un avión en el último momento.

Mark Wahlberg
El actor estadounidense conocido por películas como Transformers, El infiltrado o Ted tenía reservada junto a sus amigos una plaza en el vuelo 11 de American Airlines que hacía la ruta de Boston a Los Ángeles el día 11 de septiembre de 2001. En el último minuto canceló su plaza porque tuvo que viajar a Toronto, para lo que acabó fletando un jet privado y no estuvo en el avión que se estrelló contra la Torre Norte del World Trade Center. Lo más curioso de esta historia es que en lugar de dar las gracias por la suerte que tuvo, el actor norteamericano parece que se metió de lleno en uno de sus papeles de acción y tiempo después cuando se le preguntó qué habría hecho él si hubiera estado en uno de los aviones que se estrellaron contra las torres gemelas no se le ocurrió otra cosa que decir: «Si yo hubiera estado en ese avión con mis niños, no habría caído como cayó. Habría habido un montón de sangre en esa cabina de primera clase y luego yo habría terminado diciendo: Está bien, vamos a aterrizar de manera segura en alguna parte, no se preocupen”.

Poco después y viendo el revuelo que había tenido su bravuconería tuvo que pedir disculpas diciendo:«En primer lugar, especular sobre esa situación es ridículo. Y sugerir que yo habría podido hacer algo distinto al resto de los pasajeros fue irresponsable, pido sinceras disculpas a las familias de las víctimas porque mi respuesta fue insensible y ciertamente no fue esa mi intención».

Seth McFarlane 
El dibujante, guionista y productor americano, famoso por ser el creador de la serie animada Padre de familia tenía que haber ido en el vuelo que no cogió Mark Wahlberg, de Boston a Los Ángeles el 11 de septiembre de 2001, pero después de dar una conferencia en la facultad de diseño de Rhode Island, de la que fue alumno, se fue a tomar unas pintas con algunos miembros de dicha facultad. La combinación de la resaca y que su agencia de viajes le dijera que la hora de salida del vuelo era a las 8:15 en lugar de a las 7:45, provocaron que el guionista llegara al aeropuerto a las 7:30, siendo incapaz de coger el vuelo ya que el acceso a la aeronave estaba cerrado. 15 minutos después del despegue se confirmó que el vuelo 11 había sido secuestrado y a las 8:46 estrellado contra la Torre Norte del World Trade Center.

Alejandra Guzmán
La cantante, actriz estuvo a punto de subir al avión en el que perdió la vida la también cantante Jenni Rivera, conocida por ser «La Diva de la Banda». Ambas habían actuado en distintos shows en la ciudad de Monterrey al norte de México, y mientras comían juntas Jenni se ofreció a llevarla al día siguiente a Ciudad de México.
Jenni Rivera y seis acompañantes más despegaron del Aeropuerto Internacional de Monterrey a las 03:00 horas para regresar a la capital mexicana, ya que Rivera tenía que estar presente ese día en la transmisión del reality show La Voz.A los pocos minutos de despegar, los radares perdieron contacto con el avión.

Sam Mendes
El director de cine ganador de un Oscar por American Beauty, tenía una reserva en uno de los vuelos secuestrados el 11 de septiembre de 2001, en este caso, en el vuelo de American Airlines 77 que partía del aeropuerto internacional de Washington Dulles con destino Los Ángeles. El avión fue secuestrado por cinco terroristas islámicos después del despegue y estrellado contra el Pentágono, matando a las 64 personas a bordo y a 125 en el edificio del Gobierno.

Por casualidad, Mendes cambió de planes y finalmente no estuvo en ese avión. Cuando Mendes se enteró de los atentados y se dio cuenta de que él tenía que haber estado en uno de los vuelos, su primera reacción fue llamar por teléfono a la que después sería su mujer Kate Winslet, un hecho, que en palabras del director hizo que su relación con la estrella de Titanic pasara de ser amigos a algo más profundo”. Por su parte, en octubre de 2001, Kate se encontraba en un vuelo de Londres a Dallas con su hija Mia cuando un pasajero, alegando que era un terrorista islámico se puso de pie y gritó: “Todos vamos a morir”. Finalmente resultó ser una falsa amenaza y el hombre fue detenido, pero el susto nadie se lo quitó, Kate también decidió compartir su traumática experiencia con Mendes.

Lo curioso de esa historia es que años después, en 2003, cuando ambos formalizaron su relación, decidieron que nunca volarían juntos por si alguna vez pasaba algo y así evitar dejar huérfanos a la hija de Kate, Mia, y al hijo que ambos tuvieron más tarde, Joe.

Maarten de Jonge
Este ciclista profesional holandés, en julio de 2014 no embarcó en el vuelo MH17 que fue abatido por un misil cuando sobrevolaba Ucrania. “Tenía pensado volver el jueves a Malasia porque mi madre y mis amigos tenían tiempo para acercarme al aeropuerto, pero en el último momento elegí un vuelo que salía el domingo porque era 300 euros más barato. Solo quedaba una plaza y la reservé de inmediato”, aseguró en varios medios holandeses. «Era bastante caro, de más de mil euros. Por tanto el querer economizar fue lo que me salvó la vida. Iba a competir en el Tour de Taiwán. Escogí un vuelo distinto. Todos me llamaron para ver si estaba vivo”, dijo.

Lo curioso de este deportista es que era la segunda vez que esquivaba una catástrofe de Malaysia Airlines. En marzo de ese mismo año no embarcó en el vuelo MH370, que sigue desaparecido. En aquella ocasión también salvó la vida porque a última hora decidió escoger un vuelo que no tenía escala.

Miguel Ángel Revilla 
El 6 de diciembre de 1983, Revilla se encontraba en el aeropuerto de Madrid-Barajas intentado cambiar su billete de avión que tenía para el primer vuelo del día siguiente, ya que le habían anulado una reunión y podía volver a Cantabria un día antes pero el último vuelo del día estaba completo. Cuando Revilla se disponía a volverse al hotel vio venir corriendo a Severiano Ballesteros, recién llegado de ganar el Campeonato del Mundo de Golf en Sudáfrica, y que intentaba también buscar un asiento en ese vuelo. El personal de Aviaco le dijo al golfista que aunque el avión estaba lleno, podría ir en la cabina de los pilotos, a lo que se negó diciendo que Revilla estaba antes que él y que si no subía al avión, él tampoco.

La solución fue buscar un asiento de lona portátil para Revilla y que Severiano fuera en la cabina, con lo que ambos consiguieron volar a Cantabria y evitar coger el vuelo de la mañana siguiente, el AO 134 en un DC-9 que colisionó con un Boing 727 que tenía como destino Roma, en la pista cuando ambos se preparaban para despegar, muriendo todas las personas del avión que iba a cubrir la ruta Madrid-Santander (37 pasajeros y 5 miembros de la tripulación) y 51 de los 93 a bordo del Boeing. Desde ese día a Miguel Ángel Revilla y a Severiano Ballesteros les unió una gran amistad.

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