VALLE DE HECHO. Un lugar por explorar

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En la parte más occidental del Pirineo aragonés y bañado por el río Aragón-Subordán, se halla el Valle de Hecho. En éste privilegiado rincón de la naturaleza podemos admirar sus templos, cuya riqueza artística junto a las fértiles llanuras y la tradición artesanal de sus gentes, forman un todo en el que tanto el medio ambiente como también el arte se enlaza armónicamente. 
La gran diversidad de espacios naturales y de motivos culturales de este entorno, hacen de él un lugar idóneo para realizar todo tipo de actividades al aire libre, así como la practica de los llamados deportes de aventura. 
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Del mismo modo cabe resaltar los núcleos urbanos de EMBÚN, URDUES, HECHO y SIRESA, que encuentran refugio en las laderas más soleadas de ésta marco sin igual

A LA SOMBRA DE LOS MERCEDARIOS
Partiendo de Puente la Reina, accediendo por la carretera interior H-210, en dirección a Hecho, y pasando la población de Javierregay, se encuentra en la margen izquierda del río los restos de un antiguo monasterio de la Merced, recubiertos en parte por la maleza. Estas voluminosas ruinas esconden la historia del inicio de la orden de los misioneros de los padres Mercedarios, que resultó ser pionera en el país.

Martí Climente, hidalgo de Embún, gran devoto de la Virgen del Pilar, encargo pintar un cuadro con su imagen. Tras una inoportuna caída del lienzo al río, que no le ocasionó ningún desperfecto, fue trasladado a la iglesia parroquial. Al no ser del agrado de los ciudadanos, le obligaron a retirarlo. A raíz de aquel suceso, hizo construir una ermita en sus tierras, donde mostró la santa imagen, y ya en el siglo XVII, su descendiente Martín Francisco Climente, fundó en éste lugar el convento de misioneros de los padres Mercedarios.

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Desde el monasterio, a pocos kilómetros, se divisa en lo alto de un cerro, la villa de Embún, famosa por sus “boliches”, una especie de judías, plato típico extendido por toda la comarca que junto a las migas de pan, son los platos más característicos de la zona.
Algunas de sus casas, que anteriormente habían pertenecido a familias ilustres, muestran un cierto aire señorial, y el resto conservan todo el tipismo de la región.

URDUES
Dejando atrás Embún y pasando el desvío de Jasa y Aragües, otra bifurcación nos indica una distancia de cuatro kilómetros para llegar a Urdues.

El comienzo del trayecto hacia el pueblo es de admirable belleza. Las pronunciadas y escarpadas montañas que se alzan, forman un desfiladero ante la mirada del viajero, evocando la emoción de adentrarse hacia un paraje desconocido. Curva tras curva despierta la curiosidad de ver algún caserón y confirmar que nos acercamos, pero hasta los últimos metros no nos sorprende el repentino encuentro con la población.
La “Glera”, que es como denominan a la Plaza, es uno de los lugares más emblemáticos de la villa; es el punto de reunión en época de fiestas y camino de paso hacia la Iglesia.

Cerca de allí, parte una estrecha pista forestal bordeando el monte en dirección a la ermita de Catarecha; antes de llegar se puede contemplar el esplendor del paisaje, haciéndose más lejana la presencia del pueblo.
Cada primer domingo de junio, las gentes de la zona organizan una romería en honor a la Virgen de Catarecha.

La ruta que llega hasta Urdues no tiene continuación, por ello hay que retroceder los cuatro kilómetros que la separan del trayecto que lleva hasta la capital de este valle.

CAPITAL DEL VALLE
Hecho es denominado por muchos un museo viviente, por su gran patrimonio arquitectónico presente es sus casas y calles empedradas. El visitante tiene la oportunidad de admirar los bellos edificios de piedra y madera, como la casa “Mazo”, singular edificación en la que se encuentra el Museo Etnológico donde quedan reflejadas las costumbres locales; o la parroquia románica de San Martín, reformada en los siglos XVII-XVIII, y situada frente al Ayuntamiento. Podemos admirar en todas sus callejas elegantes balcones y airosas chimeneas cónicas.

En el mismo pueblo al lado de la carretera, que se dirige hacia la “Selva de Oza”, está ubicado el Museo de escultura al aire libre de arte contemporáneo, que expone un total de cuarenta y seis esculturas de piedra de diferentes formas y tamaños. Justo en la entrada de esta espectacular muestra, se halla una construcción rústica cuya fachada posee como decorado un mural de llamativos colores y que alberga otras curiosas esculturas.

Sus gentes preservan grandes labores tradicionales, un ejemplo de ello es Don José Pérez, uno de los pocos herreros artesanos que existen en la Península. José sigue la tradición familiar y en su taller de coches, en la misma entrada del pueblo, día a día fabrica diferentes utensilios para venderlos en su pequeña tienda que hay en el centro de la población.

Las fiestas patronales en honor de nuestra señora de Escagües, que cada año se celebran el día 8 de Septiembre, es una de las pocas ocasiones en que se pueden admirar los trajes típicos que los habitantes visten para tan señalado día. Entre las muchas actividades que se organizan destacan los bailes tradicionales, o las exhibiciones de corte de troncos, muy populares en el Valle de Hecho. En estas celebraciones, protagonizadas por los picadós, se muestra como se cortaba la leña antiguamente. Ésta es una de las muchas manifestaciones de sus habitantes por conservar una rica y variada cultura, que cuenta entre sus más valiosos legados con una lengua propia, la fabla chesa.

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MONASTERIO DE SAN PEDRO DE SIRESA
A dos kilómetros y siendo el último refugio del valle, se encuentra la localidad de Siresa. La entrada al pueblo se realiza por una fuerte y estrecha pendiente, provocando dificultad al paso de dos vehículos.

Sobresaliendo ante cualquier edificación, esta la Iglesia-Monasterio de San Pedro, una verdadera joya arquitectónica, declarada Monumento Histórico Artístico de interés nacional. Sus orígenes se remontan al año 833, cuando el conde Galindo Aznárez I, donó unos terrenos de su propiedad para construir el monasterio. En 1082, el Rey Sancho Ramírez realizó varias reformas concediendo a la iglesia el título de Capilla Real. Un fortuito incendio hizo que se llevara a cabo la restauración de la basílica.

A mediados y finales del siglo XX, dos importantes remodelaciones tuvieron lugar en el monasterio. También se han realizado excavaciones arqueológicas en su interior, hallando unos muros de gruesas piedras, cuyo procedencia se cree que sea de una cripta o un altar de la confesión.

SELVA DE OZA
Avanzando hacia la Selva de Oza la carretera va estrechándose, habiendo tramos en los que se ha de extremar la precaución debido a las cerradas curvas que son frecuentes en el camino y la estrechez de la carretera. A medida que vamos avanzando, la vegetación es más vasta y abundan bosques de pinos y hayas. Hay tramos que nos ensordece el ruido de los cauces de los ríos. Destaca la boca del diablo, que forma entre paredes rocosas, un impresionante recorrido por donde descienden con furia las aguas de las cimas más elevadas. Más adelante, llegado al punto del camping de Oza, (cerrado desde hace algunos años) el camino empieza a ser dificultoso para el coche.

Cerca se contempla el pequeño valle de Guarrinza, de imponentes montañas y sugerentes laderas. Desde allí tenemos varias posibilidades para realizar todo tipo de excursiones. Para los menos expertos, existe una ruta indicada por las marcas rojiblancas del GR-11, del cual parte un sendero que conduce hacia otro hermoso lugar: Aguas tuertas, cautivador por sus verdes y extensos prados, pastados por caballos y por donde el río serpentea hasta el final del valle, es por ello que debemos pasar por el lateral, de esta manera nos permitirá cruzar sin necesidad de tener que meternos en el agua.

A todo ello se le une la presencia de dólmenes y otros restos megalíticos, que nos demuestra que en tiempos remotos estas tierras habían sido habitadas. El tiempo de la ruta es de unas tres horas y media ida y vuelta. En este lugar hay un refugio de montaña, que podemos hacer servir si estamos decididos a seguir la ruta hasta los Ibones, ya que hay un gran recorrido hasta ellos. Pero si escogemos realizar alguna excursión más extensa, hacer algún deporte de aventura, o alcanzar alguna cumbre destacada de la zona como; Vixaurín, Peñaforca, Castillo de Acher… En Hecho hay un servicio de guías de montaña.

Aunque siempre ha estado a la sombra de su vecino valle de Ansó, del cual tan solo les separa once kilómetros, Hecho es una región donde la naturaleza todavía manda y el hombre la respeta, en el que conserva la tranquilidad y el esplendor de ésta maravillosa tierra, rica de un gran patrimonio cultural y artístico, donde el calor de sus gentes nos invitan a repetir.

Texto y Fotos.  Alejandra Ribas

DATOS PRACTICOS
Cómo llegar
Saliendo de Huesca existen dos rutas: por la carretera Nacional 330, en dirección a Jaca, donde se enlaza por la carretera Nacional 240, que lleva hasta Puente La Reina; desde allí hay que acceder al desvío hacia Hecho.
La segunda opción sería por la carretera Nacional 240, en dirección a Pamplona, hasta llegar a Puente La Reina, pasando por el puerto de Santa Bárbara.

Información turismo
Oficina de Turismo de Hecho Tel. 974 375 505selva-oza

Dónde dormir
Hotel Lo Foraton. Urbanización Cruz Alta, tel. 974-37 52 47 (Hecho).
Hotel Castillo D’Acher. Al lado del Monasterio, tel. 974-37 53 13 (Siresa).

 

Dónde comer
En todos los Restaurantes de la zona se pueden saborear todo tipo de embutidos, platos típicos y postres caseros.
Restaurante Gabi. Plaza Palacio, 1, tel. 974-37 50 07 (Hecho).
Restaurante Hostal La Val. Cruz Alta, 1, tel. 974-37 50 28 (Hecho).

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